Con el recuerdo al ex presidente de la SD Huesca, José María Mur, comenzó la eliminatoria de la Copa del Rey contra un Girona FC que llegaba al partido con dos de sus miembros confinados por positivo en COVID-19. Tal y como se esperaba, tanto Xisco Muñoz como Míchel, que volvía por primera vez a El Alcoraz, realizaron rotaciones en sus respectivos onces iniciales. El técnico azulgrana metió a dos canteranos: Barba y Carlos Kevin, este último compartiendo delantera con Pitta. Escriche también salió como titular pero con un rol relegado al centro del campo.
En un día frío como el hielo, con una niebla espesa como el humo, el conjunto rojiblanco supo calentarse antes y eso es lo que marcó la diferencia. Desde el principio fueron los visitantes quienes marcaron el ritmo del partido disponiendo de las mejores ocasiones. El gol anulado a Valery por fuera de juego fue un presagio de lo que iba a ocurrir tan solo tres minutos después. Calavera aprovechó el pasillo que le dejó la defensa altoaragonesa y aventurándose desde banda derecha hacia el centro del área acabó definiendo de manera soberbia solo ante San Román. Una buena intervención del guardameta azulgrana y un larguero de Bustos pudieron ampliar la ventaja.
Aunque Xisco animó a los suyos a realizar una presión alta, el Girona la superaba sin ninguna complicación. La única y gran ocasión del Huesca llegó en los instantes finales previos al descanso. Tras un gran robo de Pitta, el propio paraguayo trianguló con Carlos Kevin y Escriche para que el jugador del filian acabara teniendo en sus botas la ocasión más clara de los azulgranas. El disparo se marchó por el palo izquierdo de Ortolá. Con el 0-1 los jugadores se retiraron a los vestuarios, conscientes de que tenía que cambiar mucho el partido para que los oscenses se llevaran la eliminatoria.
Segunda parte
Al inicio de la segunda parte saltó la primera sorpresa. Manu Rico saltaba al terreno de juego sentando a Carlos Kevin con el objetivo de reforzar un centro del campo inexistente. Y el cambio surtió efecto. La SD Huesca se hizo más dominadora sobre el terreno de juego mientras el Girona retrasaba poco a poco sus líneas. Las llegadas, tímidas y estériles, intentaba animar a un Alcoraz cuyas 3.077 personas se estaban quedando ancladas en sus asientos por el duro frío de la noche.
Barba intentó calentar el ambiente con el primer disparo en los tres palos de todo el partido para los azulgranas, en el minuto 64. Sin embargo, los azulgranas comenzaron realmente a carburar con las salidas de Joaquín y Gaich al campo. En el 73, los catalanes regalaron un penalti claro que Ortolá detuvo con una gran estirada a tiro de Escriche. El penal sirvió de aviso para los de Míchel que reaccionaron con dos buenas ocasiones: una que se paseó por la portería y un larguero de Bustos.
Las revoluciones volvieron a bajar y con ello las ocasiones. Joaquín tuvo en sus botas el empate en el descuento pero su remate se marchó fuera por poco. La SD Huesca puso punto y final a su aventura en la Copa del Rey y tendrá que recuperar sensaciones para el importantísimo partido que le espera el domingo contra el colista de la liga para dar por cerrada la primera vuelta de la competición.
Ficha técnica
SD Huesca: San Román; Barba (Marc Mateu, 81′), Ignasi Miquel, Insua, Buffarini; Mikel Rico (Seoane, 81), Nwakali, Lombardo (Joaquín, 66′), Escriche; Carlos Kevin (Manu Rico, 45′) y Pitta (Gaich, 66′).
Girona FC: Ortolá; Calavera, Bueno, Monjonell, Jairo; Kébé, Artero, Lozano (García, 77′); Valery (Camara, 66′), Arnau (Baena, 66′) y Bustos.
Goles: 0-1, Calavera, min. 22.
Árbitro: Galech Apezteguia amonestó a Baena (72′), Mikel Rico (75′), Camara (87′).