Pese a que la SD Huesca no está convenciendo, deja dudas en cada partido y no está siendo regular, las palabras de Ignasi Miquel no han podido ser más optimistas. El catalán ha hecho autocrítica en las grandes carencias que está mostrando el conjunto altoaragonés sobre todo en las segundas partes; sin embargo, reconoce que la mejora se está viendo en cada entrenamiento y vaticina un buen futuro para el equipo.
“La primera parte fue muy buena. Desde que estoy aquí, es la mejor parte que hemos hecho en El Alcoraz. Pero también es cierto que en la segunda bajamos mucho el nivel y acabamos sufriendo. El Málaga empezó a realizar un juego muy directo que nos echó muy para atrás; además, con las jugadas a balón parado también nos hicieron mucho daño. Son cosas que debemos trabajar para corregir y mejorar, tenemos mucho margen todavía”, analizaba el central.
En definitiva, para Ignasi Miquel, la SD Huesca tiene un gran problema que surge cuando empiezan a aparecer los primeros fallos: “En ese momento, aparecen las dudas y eso nos puede sentenciar. No podemos dejar que aparezcan”.
Sin prejuicios
El jugador barcelonés ya piensa en la próxima cita que tiene el equipo en Burgos: “Siempre es complicado jugar en estos campos. Mucha presión y mucha dureza. Debemos darlo todo y ser sacrificados por el compañero para llevarnos el triunfo. Pensar que por ser un recién ascendido, va a ser fácil, sería un error garrafal“.
Pese a ello, es consciente de las exigencias de la entidad azulgrana y que, por ello, deben ir a por la victoria: “Tenemos que ganar sí o sí para hacer bueno el empate contra el Málaga”. En lo personal, Miquel ha dicho que está “contento” consigo mismo aunque admite que puede “aportar más al equipo” de cara a lo que viene.