La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional considera que los jugadores del Reus cobraron cada uno una prima de 10.000 euros de la SD Huesca. Este dinero fue un incentivo para ganar al Valladolid, en un partido jugado en junio de 2017 que ganó 2-0 el equipo catalán.
Así se pone de manifiesto en un informe de la UDEV dirigido a finales del pasado mes de febrero al juez de Huesca que instruye el caso Oikos, de amaños en partidos del fútbol profesional en España. Dicho juez citó como imputados por un delito de corrupción en el deporte a los 25 futbolistas que formaban parte del Reus en esas fechas y a su entrenador, Aritz López, que habría cobrado el doble por su labor.
En este informe, al que ha tenido acceso EFE, los investigadores apuntan a que el Huesca se proveyó de los 250.000 euros destinados al pago de dichas primas de préstamos hechos por otros imputados en el caso como los exjugadores Carlos Aranda, Raúl Bravo o Jacobo Sanz, mediante el compromiso de pago de elevadas comisiones.
Aunque el equipo oscense cifró la cantidad robada en la denuncia en un total de 68.994 euros, los investigadores policiales apuntan a que la cantidad debía de ser mayor; “pues no es lógico ni racional que si la SD Huesca va a pagar una prima a terceros a la plantilla del Reus de 250.000 euros tan sólo se disponga de 68.994”, una hipótesis que la policía no ve “gratuita”.
Las empresas intermediarias
Para abonar los préstamos y comisiones, que, habrían oscilado entre los 60.000 supuestamente abonados a Jacobo Sanz o los 20.000 a Carlos Aranda y Raúl Bravo. La UDEF considera que el club recurrió a Luis Jesús Ardid, empresario titular del Catering San Lorenzo y proveedor del club, quien supuestamente habría prestado 140.000 euros para hacer frente a las deudas.
Los investigadores advierten en su informe de que este empresario, también citado a declarar como investigado por presuntos delitos de corrupción en el deporte, falsedad en documento mercantil, y blanqueo de capitales, “maneja gran cantidad de fondos en efectivo”, una hipótesis que sustentan en el hecho de haber sido hallados, durante la práctica de sendos registros, 12.500 euros en metálico en su domicilio y otros 7.720 en sus oficinas.
En dichos registros, los investigadores hallaron, asimismo, unas anotaciones del empresario en relación a la forma en que debían de abonarse los plazos del pago de la cantidad adeudada, así como de una comisión de 6.000 euros.
Sostienen, además, que el club oscense se sirvió de unas supuestas facturas falsas emitidas por la constructora Pryobras, cuyo propietario también figura como imputado, para disponer de fondos con los que abonar el resto de la deuda acumulada para el pago de las primas.
Un pago, destacan los investigadores, que se habría realizado en casa de Pichu Atienza, entonces jugador del Reus, mediante el supuesto compromiso de pago de una comisión añadida de 50 euros por parte de cada futbolista.
Este partido constituye la parte troncal de las pruebas solicitadas por el instructor del caso, que, además, ha acordado dirigirse a los también investigados el expresidente del Huesca Agustín Lasaosa, el exresponsable de administración del club, Carlos Laguna, y el propietario de Pryobras para que “reconsideren” su decisión de no declarar mientras estuvieran en secreto las actuaciones, ya levantado.