Las comparaciones son odiosas, sí; pero a veces hay que tirar de retrospectiva para reflexionar sobre la actual situación de la SD Huesca y ver verdaderamente si la afición azulgrana tiene motivos para estar descontenta. Los datos, datos son. Números que están sobre el papel, con total objetividad, y que ayudan a destapar si las opiniones son meras opiniones o están fundamentadas. Pongamos la lupa sobre estos.
Era el 9 de noviembre del 2018. La entidad altoaragonesa anunciaba la destitución de Leo Franco, la gran apuesta de la directiva para la primera aventura del club en Primera División. Con la salida de Rubi, se decidió apostar por un entrenador sin apenas experiencia que intentase seguir con las líneas de juego de su predecesor. Con una victoria en Éibar y un empate en San Mamés, el inicio fue idílico… Un mero espejismo de la pesadilla en la que luego se convirtió.
A partir de la goleada en el Camp Nou (8-2), el equipo fue a menos sufriendo duras derrotas contra rivales directos como el Rayo Vallecano y el Real Valladolid y en partidos insulsos como los del Atlético de Madrid y la Real Sociedad. Un empate en la séptimo jornada contra el Girona fue lo único que consiguieron sumar los azulgranas.
De esta forma, con la derrota contra los pucelanos en la octava jornada, la SD Huesca decidió no contar con Leo Franco. El argentino dejó al equipo colista con cinco puntos (una victoria y dos empates) y siendo el equipo más goleado de la competición con 18 tantos recibidos.
Los números de Míchel
Si en gran parte ilusionaba mucho más este proyecto que el de hace un par de años era la línea continuista que se había conseguido al renovar al cuerpo técnico artífice del ascenso. Míchel, aquel que llegó a la SD Huesca en medio de la tormenta Oikos, obtuvo una nueva oportunidad en Primera División.
El inicio de esta temporada ha estado marcado por dos palabras: buenas sensaciones. El conjunto azulgrana comenzó con buen pie su vuelta a la élite española y supo recomponerse del bache contra el Cádiz. Sin embargo, las dos últimas goleadas recibidas y el hecho de no haber logrado todavía ninguna victoria, ni siquiera contra rivales directos, ha puesto las alarmas en la ciudad oscense.
El entrenador madrileño dirigió el pasado sábado en el Alfredo Di Stéfano su octavo partido de la temporada, igualando a Leo Franco. Hasta el momento, el equipo ha sumado cinco puntos (cinco empates) y con los ocho goles recibidos en los dos últimos partidos se ha convertido en el equipo más goleado de la liga junto al Celta de Vigo con 14 tantos.
Los rivales
Por último, también hay que tener en cuenta los rivales contra los que se enfrentó aquel Huesca y el actual para poder ser más justos con los datos aportados. Haciendo una distinción entre los equipos, a priori, fuertes y aquellos supuestos rivales directos, podemos ver cómo el conjunto de Míchel lo ha tenido un poco más complicado.
Los altoaragoneses han tenido un total de cinco partidos contra equipos que, en teoría, estarán luchando por puestos altos de la tabla: Villarreal, Valencia -pese a los problemas que tiene-, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Real Madrid. Los de Leo Franco tuvieron uno menos: Athletic de Bilbao, FC Barcelona, Real Sociedad y Atlético de Madrid. Además, los resultados de los primeros (tres empates) han sido levemente mejores a los que cosecharon estos últimos con tan solo un punto sumado.
La directiva no se plantea la destitución de Míchel que juega con una carta con la que no contaba el argentino, los galardones obtenidos gracias a la gran temporada pasada en Segunda División. Además, los jugadores confían plenamente en él, un aspecto clave para que este equipo pueda darle un vuelco a la situación. El próximo partido contra la SD Éibar adquiere una importancia mucho mayor de la que ya tenía, “la primera final” como comentó Sergio Gómez… Un encuentro que puede suponer un cambio, para bien o para mal.