No pudo ser. Míchel parece que no logrará -como así se propuso- ser el primer entrenador en mantener a la SD Huesca en La Liga Santander. El míster madrileño analizó otra derrota en El Alcoraz en un duelo frío donde los oscenses dejaron sensaciones pésimas. Un Real Betis superior sentenció a Míchel una jornada antes de terminar la primera vuelta y dejó a los altoaragoneses muy tocados.
Era el día en el que la SD Huesca podría renacer. En el que Míchel estaba en la cuerda floja y necesitaba una victoria acuciante desde hace varias jornadas. Pero no llegaba. Y desde luego que hoy tampoco llegó. Y más, con una cabizbaja SD Huesca que mostró sobre el verde de El Alcoraz un nivel paupérrimo. «Me preocupa la derrota, mi futuro, ya sabéis que vivimos de los resultados. Los resultados dictan sentencia. Lo más importante es el club y el equipo», sostenía.
«Están dando su máximo rendimiento. Tenemos que buscar soluciones. No hay que buscar culpables. Nosotros tenemos fuerza para seguir mirando hacia delante», afirmaba el técnico. Míchel estaba en la cuerda floja y no logró sumar la victoria esperada: «Asumo mi responsabilidad», comentaba.
La SD Huesca se sitúa a seis puntos de la permanencia. Distancia amplia antes de llegar a la segunda vuelta, en la que el mercado de fichajes tendrá que dar esperanzas para lograr una salvación complicada. «Tenemos margen de maniobra y margen de solucionar todo lo que está ocurriendo», aclaraba el míster.
A rey muerto, rey puesto
Con el futuro en el aire, el míster -por ahora- de la SD Huesca hablaba de buscar una alternativa al bagaje negativo de la elástica oscense. «Tengo que darle una solución a esto ya», comentaba con la mínima esperanza de continuar al frente del banquillo altoaragonés. Aun así, todo indica a que Míchel Sánchez tiene las horas contadas en la SD Huesca. A rey muerto, rey puesto, y uno de los sustitutos entre los tantos que hay para reforzar el banquillo podría ser Asier Garitano.