No les voy a engañar: el sueño de Primera no ha empezado bien para la SD Huesca, pero tampoco ha terminado. No se ha cumplido ni siquiera un cuarto de la competición y hay tiempo, y muchas opciones de reencauzar el asunto, pero vayamos por partes.
La salida de Leo Franco era lógica, a tenor de lo visto durante su corta estancia en el banquillo azulgrana, pero no la causa total de los males del equipo. Curiosamente, los equipos que vienen de Segunda, intentan arrancar fuertes, intensos en los primeros meses de competición. Se adaptan en 3 o 4 partidos a la categoría, y con la inercia ganadora, el bloque y su forma de jugar de la temporada anterior, suelen atesorar un buen botín para que en la segunda vuelta, no tengan que remar contra corriente. Desde luego que hay excepciones, pero estudien el inicio de los ascendidos en las 2 o 3 últimas ligas y verán como en general coinciden con lo que les decía.
Resulta que la SD Huesca cambia de técnico por circunstancias, refuerza la plantilla y aunque cambia alguna pieza, sigue manteniendo los ejes principales del armazón que le hizo ascender la pasada temporada, pero cambia de forma de juego y arranca la temporada, con sus futbolistas franquicia, por debajo de su nivel. Si a esto le sumas que cualquier despiste al Huesca le ha costado goles, y que en primera casi nadie regala nada, la situación es la que es: 5 puntos en 3 partidos y con la sensación, o más bien la realidad, de que ahora mismo el Huesca no puede ganarle a nadie.
Es difícil ir a peor
Llegados a este punto, donde es difícil ir a peor, es cosa de Francisco y de su equipo, levantar la moral y hacer de la SD Huesca un equipo reconocible, que compita por la permanencia, único objetivo del año, y que desde el entorno, achiquemos agua de la forma en que no sea posible en lugar de agrandar el agujero de la barca. Porque de nada valen y sirven ahora los reproches, sino para calentar al personal cuando queda tanto camino por recorrer. Si hay que pasar cuentas, ya se pasarán a su tiempo.
Es muy de agradecer que la afición no reprochara nada a los suyos tras acabar el choque ante el Espanyol
A cuenta de esto, es muy de agradecer que la afición no reprochara nada a los suyos tras acabar el choque ante el Espanyol, ni que se ponga nerviosa a las primeras de cambio. La empresa no es fácil, pero nada está perdido. Aunque sirva de poco, dice muy mucho de donde está el Huesca, que el delantero del equipo visitante se acuerde de la afición local nada más marcar un gol, la SD Huesca crece en simpatía y ya no parece un Don Tancredo.
Confianza total en los futbolistas
Anécdotas al margen, es tiempo de trabajar y no de murmurar por las esquinas, y cada uno en lo suyo: el técnico con el equipo, y la secretaría técnica a peinar el mercado, no solo para buscar un recambio a Luisinho, sino para apuntalar bien el equipo cuando se abra el mercado. No se trata tanto de tirar de talonario y traer cualquier cosa con nombre, sino de mirarse al ombligo, y reconocer, que al margen del mejor o peor estado de los futbolistas, bien bien no se han hecho las cosas, cuando nadie en la plantilla es por el momento mínimamente capaz de mantener un nivel aceptable.
A partir de esto, confianza total en los futbolistas, que sé de sobra que son los primeros que quieren revertir la situación. Mi apoyo para ellos, y mis manos para ayudarles a retirar la tierra que algunos con sus palas, ya quieren tirarles encima.