Alegría de ver un estreno impresionante, con todas las letras, donde el equipo demostró una superioridad total sobre uno de los máximos rivales por el ascenso, el Éibar. Miedo por ver que el mercado de fichajes todavía no ha acabado, que queda la segunda quincena de agosto y se podría perder a este pedazo de jugador. Porque lo de Jaime Seoane durante el partido del viernes fue puro espectáculo, un espectáculo que ya pudo contar con su público, y que sirvió para la primera victoria de la SD Huesca de la temporada.
El calendario regaló el mejor de los estrenos para Segunda División. Un duelo que se dio la pasada campaña en la categoría de oro y que, por lo tanto, enfrentaba a dos candidatos al ascenso. El conjunto vasco, bien armado durante este mercado estival, llegaba a El Alcoraz con confianza ante un rival falto, todavía, de varios refuerzos. Sin embargo, la realidad fue completamente diferente.
Nos hemos cansado de escuchar durante la pretemporada a los jugadores decir que estaban interiorizando las ideas de Ambriz: “Presión y posesión”, en pocas palabras. Aunque se vieron los primeros destellos en los últimos amistosos, no fue nada parecido a lo que el equipo reflejó en su estreno competitivo.
Presión tras pérdida, dominio del juego, protagonismo de los centrales en la apertura del juego (Pulido y Cristian estuvieron a otro nivel también) y transiciones rápidas. El técnico mexicano puede estar muy orgulloso de su estreno aunque, en la rueda de prensa posterior, reconoció que tienen muchas cosas que trabajar y pulir.
Omnipresente
Los lectores de SPORTARAGON eligieron a Jaime Seoane como el mejor de la SD Huesca por un claro 67%, por detrás del capitán azulgrana, Marc Mateu y Joaquín. El madrileño estuvo presente en todas las facetas del juego. Completó el 95% de los pases (41 de 43), forzó tres faltas y ganó seis duelos.
Recuperó, desatascó la salida del balón cuando más hacía falta, creó hacia adelante y remató su actuación con el gol de la sentencia. Un remate limpio desde el punto de penalti tras un gran centro raso de Florian Miguel -otro que dejó muy buenos minutos-. El centrocampista azulgrana debe ser la brújula de este Huesca, el timón que lleve al equipo de nuevo a Primera División. Su baja, por mucho dinero que dejase, crearía una ausencia de calidad difícilmente de tapar o sustituir. El miedo estará ahí hasta que acabe el mercado de fichajes pero, de momento, disfrutemos de este jugador.