Este Huesca es de Anquela. El equipo, me refiero. Y es suyo porque él ha querido. Anquela ha implantado su idea para que los jugadores jueguen tal y como él les indica. En lugar de adaptarse a una atmósfera distinta y a las necesidades y capacidades de sus futbolistas, el jienense ha pretendido, desde el primer día en que llegó, llevar a cabo una misma y única idea y que fuera su plantel el encargado de adquirirla y desarrollarla sobre el césped. Sin embargo, no ha salido bien. Lógico.
Hablemos de números. Con el preparador andaluz en el banquillo, el Huesca ha logrado 6 puntos de 21 disputados, con un bagaje total de 8 goles a favor y 10 en contra. El tema tantos es negativo, pero no es lo que más preocupa a pesar de que se encajen más de los que se anotan. Sin embargo, las sensaciones sí que son desoladoras y los resultados… ahí están. No son buenos ni van camino de serlo, mi mucho menos.
Y esto se entiende por el empecinamiento de Anquela en pretender acoplar una idea propia a futbolistas ajenos a él mismo en lugar de adaptarse él a los futbolistas que tiene en plantilla. Craso error que un entrenador no puede cometer. Porque, al final, uno no puede desarrollar un tipo de idea si no tiene el material adecuado para ejercerla, y el técnico no ha dejado de darse cabezazos contra un muro que tenía delante de sí mismo.
Salvando el gran encuentro copero de El Alcoraz ante el Villarreal, este Huesca nunca ha gustado cuando ha jugado. En ocasiones, su plan ha sido efectivo y ha logrado incomodar al rival, como en Almería, donde ganó sin intención de tocar el balón y enchufando las dos que tuvo, encontrándose sin saber cómo la segunda. Pero, nunca ha propuesto ni ha estado cerca de llevarse el triunfo. Y tampoco nos equivoquemos; en La Romareda, el Huesca no ganó un punto. Se dejó dos.
Figueroa salvó los muebles en Lugo, como hizo Carlos David en Zaragoza. Todo deprisa y corriendo; tarde y mal. Y así no se consiguen las cosas, por lo que se cayó en Vitoria. Rescato un apunte de mi análisis sobre lo ocurrido: “el destino no podía permitirle al Huesca el lujo de que volviera a aparecer el genio sin haber frotado la lámpara”. El Huesca había tenido mucha suerte por haber rascado algo en el Anxo Carro y en La Romareda, y a la tercera no ocurrió lo mismo. Demasiado habría sido por los pocos méritos llevados a cabo.
Y todo esto viene porque Anquela se equivoca. Sí, y se ha dado cuenta, por eso salió con cuatro atrás en Mendizorroza en lugar de con cinco, como hacía desde que llegó. No por acumular más hombres en la línea defensiva vas a defender mejor. Sí, habrá menos espacios para el rival pero eso no te asegura dejar de conceder ocasiones ni terminar imbatido. Lo mismo pasa con el ataque, que no por acumular a más futbolistas en la parcela ofensiva vas a atacar más y a meter más goles. A la vista está.
O Samu o Machís
Como el verano y el invierno. Como el bien y el mal. Como el negro y el blanco o como el frío y el calor. Ambos, totalmente contrarios. O haces una cosa, o haces otra. En este caso; o uno u otro. Porque estos dos jugadores simbolizan una idea más allá de un gol o una asistencia. En lo que al fútbol se refiere, Samu es un futbolista de tener el balón pegado al pie cuantas más veces y más tiempo posible, mejor. Machís, al revés. El tema está en que, cuando Darwin lo ha tenido, ha sido decisivo.
Sin embargo, últimamente se ha comprobado que es mucho mejor la primera opción que la segunda, y mucho más si ésta última es incapaz de decidir. Fue más casual que otra cosa, y eso se explica con la cantidad de comentarios de los distintos narradores que comentan, ya sea por radio o televisión, los partidos del Huesca, diciendo siempre sobre el venezolano que “está desconectado”, y añadiendo que “si no aparece, el Huesca está perdido”, poniendo como argumento los goles -y puntos- que le ha dado al equipo y calificándolo como “el mejor jugador”. Pero la suerte va y viene.
Cualquier esquema táctico es interesantísimo; hay que saber ver y leer más allá de lo que nuestros ojos perciben, y no es fácil. No tiene por qué salir bien cuando juegas con un 4-2-3-1 ni mal cuando lo haces con un 5-3-2, y a la inversa. Pero aun sin tratarse de matemáticas, sí que hay una pequeña lógica en este mundo del fútbol, que consiste en escoger las piezas adecuadas y hacerlas encajar entre sí para poder aspirar al resultado u objetivo pretendido. No siempre se conseguirá porque, entre otras cosas, esto es fútbol, pero se estará en un camino que, por ahora, no existe.
Anquela ya se ha dado cuenta de lo absurdo que significaba jugar con cinco defensas sacrificando a gente por delante. Ahora le toca entender cómo y con quién ha de jugar para gustar, aprender… y ganar. El Albacete será la primera prueba y el aficionado azulgrana se encuentra a expensas de cuál será el escenario propuesto por el jienense. O jugar como Samu, o hacerlo como Machís. O frío… o calor.
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Todos somos un entrenador frustardo. Es maravilloso esto del fútbol, todos opinamos, mejor dicho, todos tenemos razón pero señores….. 3.500 aficcionados son 3.500 entrenadores con 3.500 razones….
Por favor que impere el sentido común. Animen a su equipo y para jugar a ser entrenador… fifa2016 de la play station
Bastante de acuerdo en su comentario,aunque discrepo en algún punto,ejemplo Samu o Machis,yo opino que dberian jugar los dos,y quien tendría que ir al banco es vuestro amigo Camacho,jugador que por su edad deambula sin rumbo por el campo,estorbando la mayoría de las veces,y haciéndole un flaco favor al equipo.