Sergio Gómez ya se prepara para concentrarse este lunes 5 con el Anderlecht en Holanda. La bola empezará a girar en competición para el club belga el próximo día 25. Hace las maletas en su casa de Badalona y no esconde su ilusión por haberse alistado en el fútbol belga para las próximas cuatro campañas. Finiquitada su relación con el Borussia Dortmund solo tiene ojos para un equipo cargado de historia, que aspira a ganar la liga y juega en competición europea.
Y algo de su corazón se queda en Huesca. Solo tiene buenas palabras cuando se le pregunta por la que fue su casa durante las dos últimas campañas. “En mi corazón, siempre habrá una parte para el club y para la ciudad. He estado muy cómodo durante dos años. Fueron bonitos y apasionantes. La pena fue el descenso”, señala Sergio Gómez.
Va a sumar otra experiencia de vida y de competición. Su contrato lo tiene firmado hasta los 24 años. Llega a un equipo por el que su técnico Vincent Kompany se interesó vivamente por su fichaje. Tanto él como el director deportivo quisieron alistar al español, en su día candidato al Golden Boy, con mucho fútbol por mostrar y por adquirir. “Contactó el director deportivo con mi agente cuando yo estaba de vacaciones en Fuerteventura”, recuerda Sergio Gómez en declaraciones a sportaragon. Luego, una videoconferencia, una propuesta de fútbol y de estilo de juego que le encaja sumado a la estabilidad sirvió para sellar el contrato por cuatro temporadas. “Que confíen en mí es positivo y clave para crecer como jugador”, subraya.
¿Y el Huesca? Sergio Gómez responde que recibió una llamada del director deportivo, Rubén García. Fue una semana después de acabar la competición. “Me dijo que estaba contento conmigo y que si había alguna posibilidad de seguir”, desliza el hoy jugador del histórico Anderlecht. De sus compañeros ha recibido la llamada cuatro o cinco jugadores felicitándole por su nuevo reto, aunque prefiere omitir dar los nombres.