ZARAGOZA | Hace algo menos de dos meses, Sergio Bermejo acudió a la concentración del Sporting de Gijón junto a sus nuevos compañeros. Tras un gesto a la altura de lo que no se presupone al club rojiblanco, el futbolista madrileño fue devuelto al Real Zaragoza después de argumentar que sufría de una meniscopatia. A partir de ahí, Bermejo se tuvo que rehacer. Recuperarse del batacazo y volver a ilusionarse. Víctor Fernández siempre fue transparente con su situación y le hizo ver que si el club recibía una oferta jugosa se le dejaría marchar. A raíz de entonces, trabajó desde la sombra y parece que al entrenador zaragocista no le disgusta su juego.
Por falta de efectivos en las bandas, partió de titular frente al Cádiz en la jornada 1 y su partido no fue nada malo. Intervino en el juego partiendo de fuera hacia dentro, el segundo gol viene de una buena acción suya y repartió dos pases que casi acaban en gol. Pero aquello fue un espejismo. Volvió a ser titular en Cartagena, contra el Elche y jugó 40 minutos frente al Burgos. En todos ellos ni siquiera se acercó al nivel demostrado en la primera cita liguera. Con Bermejo da la sensación de que siempre le sobran dos toques y que sus infinitas conducciones nunca llegan a buen puerto.
El caso del madrileño es algo paradójico porque durante el lustro que lleva en el Real Zaragoza siempre ha acabado disputando más de 30 encuentros con todos los entrenadores a pesar de ser siempre un futbolista de destellos. Desde que recaló en las filas zaragocistas, su fútbol se escribe a través de oasis en medio del desierto. Con Bermejo era el cuento de nunca acabar. Su mejor nivel llegaba en la recta final de la temporada y lograba hacer ilusionar a la afición blanquilla con que ese ’10’ fuera regular y acabara de explotar. Pero jamás ha sido así.
Este año parece que vuelve a tener la oportunidad de redimirse y demostrar que puede ser válido porque se le está dando la confianza necesaria como para pensar en ello. Aún así, sus últimas actuaciones dejan poco lugar a la esperanza y en las piezas del collar de Víctor Fernández, Sergio Bermejo se muestra como el eslabón más débil.
Bermejo es el jugador de la actual plantilla con mejor técnica junto con Aketxe. Es una injusticia el trato que esta recibiendo. Otros equipos lo recibirian con los brazos abiertos.