Sergio Camello ha sido uno de los grandes descubrimientos de Segunda División. En su fútbol hay gol, intuición y una velocidad distinta. Depura sus recursos como si el remate fuera siempre su mejor atajo. Certero, veloz y liviano, es un goleador nato, con mil secretos en el área.
La aparición de Camello en el fútbol de élite no pudo ser más llamativa. En 2019 el Atlético de Madrid se quedó vacío de delanteros y tuvo que mirar a su cantera en la última jornada. Allí se presentó un jugador imberbe, de patillas imposibles, con el rostro marcado todavía por el acné.
En el Ciudad de Valencia, necesitó dos toques para firmar el debut ideal. En el minuto 78 marcó un tanto que rescató un punto para el Atlético y que Camello recordará para siempre. Al acabar el encuentro, buscó una descripción de su juego y mostró toda su ambición: “Cuerpo no, pero gol tengo mucho. Me gustaría ser una leyenda del Atlético”.
La evolución de Sergio Camello en Anduva
Han pasado más de tres años de aquel descubrimiento. Camello ha perdido ese aspecto inocente y se ha convertido en un goleador incontestable en Segunda División. Lo ha hecho en el Mirandés, en el lugar ideal para proyectar el talento joven. En Anduva no hay ruido mediático y sí paciencia y fútbol de buen gusto. En ese contexto, Sergio Camello ha volado hasta marcar 15 tantos y repartir 4 asistencias. Elástico en el arranque y oportunista en el juego, ha entendido las claves de la competición y ha mostrado una sintonía especial con otra promesa atlética: Rodrigo Riquelme.
Los dos son las mayores aspiraciones del Real Zaragoza en este mercado, quizá las más ilusionantes de los últimos tiempos. Camello ha contribuido con un pequeño guiño en sus redes sociales: ha elegido para su portada una foto a los pies de La Romareda.
El Zaragoza no oculta sus intenciones y busca con Camello uno de esos fichajes que pone de acuerdo a todo el mundo. Piensa que los lazos de la nueva propiedad con el Atlético de Madrid juegan a su favor. Por mucho que los primeros goles del delantero con la sub 21 le sitúen en el radar de los equipos de La Liga Santander y también las declaraciones que han llegado después: “Estoy preparado para jugar en Primera”.
Goles para un delantero atípico
Fuentes del Atlético de Madrid describen las virtudes de un delantero tan peculiar como prometedor: “Tiene una relación muy especial con el gol. Parece frágil, parece que no va a ser capaz de llegar a los esfuerzos, pero siempre ha tenido una facilidad increíble para marcar”. Distinto en el juego y en la vida, conduce un Volkswagen Beetle, un escarabajo, muy retro, que lleva tatuado en su piel. Con inquietudes más allá del juego, se relaciona con los ambientes musicales de Madrid y colecciona instrumentos o vinilos de los clásicos (The Rolling Stones, The Beatles o Queen).
Los técnicos que han visto su evolución en la academia rojiblanca profundizan en las claves de su juego: “Es un jugador atípico, que engaña. Técnicamente es bueno, maneja los dos perfiles, se las queda y es capaz de jugar de espaldas sin ser muy corpulento. Pero su mejor virtud es evidente: puede cazar cualquier balón muerto y meterlo para dentro”.
La misma fuente ensaya, sin saberlo, un cierre para este texto: “Sergio Camello es un delantero que parece que no tiene nada y al que, sin embargo, se le caen los goles de las manos. Y eso para un delantero, en el fondo, es tenerlo todo.”