El entrenador del Real Valladolid, Sergio González, ha declarado tras la derrota de su equipo en Huesca que el conjunto altoaragonés había demostrado en el partido que “se estaba jugando la vida”, a diferencia de su equipo. “El partido ha sido un desbarajuste. Creo que hoy se ha visto un equipo que se jugaba la vida. Le quedaban dos o tres trenes para la permanencia. Nosotros pensábamos que teníamos un colchón y jugamos sin agresividad”.
Errores claros
El preparador ha señalado que tres de los cuatro goles que habían recibido habían llegado en errores “muy claros” del Valladolid. Hasta el 3-0 lo ocurrido era más demérito del conjuntos castellano-leonés que mérito de su rival. “Confiemos en que se ha acumulado todo hoy y que volvamos a la solidez que tenemos habitualmente”.
El técnico del Valladolid ha añadido que era el partido del que más disgustado se iba. “Los jugadores no se merecían este castigo. Ha sido un varapalo porque llevaban un línea regular y una trayectoria impecable. Me quedo con que sea la excepción que confirma la regla de la solidez del equipo”.
También ha lamentado lo ocurrido en el inicio de la segunda mitad en la que en los primeros diez minutos han estado “desconectados”. Mientras, el Huesca ha demostrado “que quería ganar y que se estaba jugando la vida”. “Los jugadores han pensado que con una prestación más baja de lo habitual se podía ganar y ha sido un baño de realidad. A partir de ahora tenemos que rectificar lo que no hemos hecho bien para cambiar y que no suceda la próxima semana”.