ZARAGOZA | A solo un punto del descenso —del Eldense, que por suerte tropezó esta jornada— el Real Zaragoza está obligado a ganar en La Romareda ante un rival tan duro como el Córdoba. Uno nunca termina de acostumbrarse a la presión y al sufrimiento que conlleva este maravilloso club. Una presión que ahora tendrá que gestionar el nuevo técnico madrileño junto a su “debut” en el futbol profesional. Todo el peso recaerá sobre Gabi Fernández. Ya nos salvó portando el escudo en el pecho. El equipo salvó un punto ante el Córdoba gracias a un penalti transformado por Soberón en los minutos finales. Mostraron solidez en defensa pero volvió a pecar de falta de ideas en ataque. La Romareda respondió; el equipo, solo a ratos.
Todo mejora cuando uno no cierra los ojos a la hora de elegir al portero titular. Vuelve al once Don Gaetan Poussin, y con él también regresa el 3-5-2. El técnico apostó por una formación que ya se había probado en este equipo sin demasiado éxito, aunque esta vez la fórmula inicial cambió. Calero entró en la línea de tres y Luna ocupó el carril derecho, con libertad para hacer lo que mejor sabe, proteger atrás y proyectarse con peligro en ataque. También volvió al once Raúl Guti, ya recuperado, para cubrir la baja de Keidi Bare. Gabi Fernández premia el esfuerzo y los resultados, tiene lo necesario para dejar a nombres importantes en el banquillo. Una persona con personalidad, lo que no tuvo el último al mando. Y empezó el partido.
La primera sorpresa fue el bloque medio-bajo con el que el equipo salió a defender. Se tiró por la borda la presión alta para formar una zaga más sólida. ¿Qué implicó esto? Renunciar a proteger la posesión y apostar por un juego más directo, buscando verticalidad por las bandas. El Córdoba llevó las riendas del partido, aunque sin demasiada claridad para encontrar espacios. Al Real Zaragoza le ocurrió lo mismo, desorganizado en ataque, no logró pisar área rival en los primeros 20 minutos. El planteamiento de Gabi se intuía, pero en el campo tardó en plasmarse.
Comenzó el equipo a generar peligro tras un centro a balón parado de Guti que Jair logró rematar, aunque sin demasiada fortuna. Poco después, un error en la salida del Córdoba permitió lanzar un contragolpe con la apertura hacia Liso, cuyo centro raso encontró a Soberón llegando desde segunda línea. Su remate fue desviado por un central rival cuando ya se intuía el primero. No fue suficiente. Como en tantos otros partidos, el árbitro no tardó en reclamar su cuota de protagonismo. Repartió tarjetas al gusto y pitó lo que le vino en gana. Ya estamos demasiado acostumbrados a las pinceladas que algunos dejan en esta obra llamada Segunda División.
Segunda parte del Real Zaragoza (1-1) Córdoba CF
Tras una infumable primera parte, arrancaron otros apasionantes 45 minutos con posesión para el Córdoba. Salieron con ímpetu, aprovechando la inspiración de Liso por la izquierda, donde ganó todos los duelos. Sin embargo, perdonaron demasiado: fallaron una y otra vez el pase de la muerte pese a sus constantes llegadas al área, un problema que arrastran desde la primera jornada de Liga. Todo lo contrario en defensa, insuperables, bien empaquetados, replegados y con cada jugador fijo en su marca. La más clara del partido llegó para el Córdoba tras un buen pase de Carrecedo por la derecha, habilitando el remate de cabeza a Obolskiy desviada ligeramente por el palo derecho de Poussin.
A partir de esa jugada, el equipo se vino abajo y los rivales se crecieron. Poussin sostuvo al Zaragoza con una parada tras otra, hasta que ya no pudo más. El Córdoba forzó un córner que centró Álex Sala a una zona cargada de tráfico, sin que nadie del Zaragoza lograra despejar. Rubén Alves, el más listo de su clase, la cazó en el segundo palo y la empujó sin oposición (Calero por las nubes) al fondo de la red (64’). El Real Zaragoza subió una marcha en busca de, al menos, una ocasión clara, pero fue en vano. Mismo problema, mismo resultado: muchas ganas, poca calidad. Llegaron los cambios.
Últimos diez minutos de juego. Córner para el Real Zaragoza. El partido se caldeó. Francho recuperó el rechace y volvió a meter el balón al área. Tras un forcejeo, Vital fue arrollado por Carlos Albarrán y el árbitro, esta vez sí, señaló el punto de penalti. La responsabilidad recayó en Soberón. Siempre Soberón. Mucho Soberón. No falló. Gol y justicia. Jugadores así hacen falta: compromiso, carácter y acierto cuando más se necesita (82´).
Un gol de éxtasis que encendió al equipo. Incluso tuvo otra Soberón, tras un buen centro de Moya que se coló para dentro, pero fue anulado por el mismo motivo que la pena máxima. El equipo apretó hasta el último segundo, pero se quedó en empate.
La Romareda cumplió un lunes a las 20:30. El equipo, a medias.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Gaetan Poussin; Iván Calero, Bernardo Vital, Jair Amador; Luna (Tasende, 67′), Francho (C), Raúl Guti (Aketxe, 90′), Toni Moya, Liso (Adu Ares, 66′); Dani Gómez (Pau Sans, 75′), Soberón.
Córdoba CF: Ramon Vila; Carlos Isaac, Xavi Sintes, Carlos Albarrán; Isma Ruiz, Ortiz (Jon, 77′), Alex Sala; Carrecedo, Jacobo González, Obolskiy (Yoldi, 83′) .
Goles: Rubén Alves (64′), Mario Soberón (82′)
Árbitro: Rubén Avalos Barreda; Toni Moya (Amarilla, 14´), Iván Calero (Amarilla, 21′), Álex Sala (Amarilla, 33′), Joan Femenías (Amarilla, 56′), Rubén Alves (Amarilla, 61′), Ismael Ruiz (Amarilla, 76′), Carrecedo (Amarilla, 78′), Jon Magunazelaia (Amarilla, 85′), Adu Ares (Amarilla, 92′), Mario Soberón (Amarilla, 94´)