Al mundo de hoy se le conoce, desde hace un tiempo, como mundo “VUCA” (Siglas en inglés de las palabras castellanas volátil, incierto, complejo y ambiguo). El mundo se ha convertido en un escenario difícil y complicado, en el que las realidades pueden cambiar más rápido de lo que nunca lo habían hecho.
Los aficionados a la Sociedad Deportiva Huesca bien lo sabemos. Hemos pasado de la paradójica alegría, a pesar de un descenso de categoría; a una desilusión que parecía adueñarse del corazón de muchos azulgranas, producto de las tristes noticias extradeportivas que nos hacían protagonistas de la actualidad nacional. De acabar la temporada en Primera penúltimos, pero con un Alcoraz entregado y agradecido, siendo la envidia sana de muchas aficiones; a empezar un nuevo proyecto con la ilusión algo atenuada.
Olvidemos, en la medida de lo posible, estos últimos dos meses y centrémonos en lo nuestro. Ahora que ya ha pasado la tormenta y ya solo se habla de fútbol, tenemos que demostrarnos como afición que hemos disipado las dudas y que retomamos las ganas de ir a animar a nuestro equipo. Ahora, aunque el viento aún no sopla del todo a favor, es cuando tenemos que demostrar que somos una afición de Primera. Ahora, que el club necesita nuestro respaldo, es cuando tenemos que hacer bueno el lema de la campaña de abonados de este año: “En el campo, sin reblar”.
No habrá que abandonar el espíritu crítico cuando las cosas no se hagan bien, no deberemos dejar de ser exigentes con el club porque queremos seguir creciendo. Pero después de esta pesadilla, tocar mirar al frente, estar unidos y remar juntos. Nuestro compromiso como seguidores no puede desvanecerse por encontrar una piedra en el camino. Somos aragoneses y hay que hacer valer eso de que somos gente perseverante, tozuda y que no se rinde fácilmente.
Estamos en un momento importante
Estamos en un momento importante. Hemos conseguido generar una ilusión compartida por muchos oscenses, hemos conseguido que muchos niños y niñas de la ciudad sean del Huesca, vistan la zamarra azulgrana y en los recreos de los colegios jueguen a fútbol eligiendo ser las estrellas de nuestro equipo. Continuemos alimentando ese bonito sentido de pertenencia que tanto nos une como oscenses y que tanto bien hace a la ciudad. No dejemos que dos semanas de vaivenes trunquen lo que hemos creado entre todos.
Esta afición por el Huesca, que se ha acrecentado en los últimos años, ha sido un motor de energía que ha hecho latir el corazón de nuestra ciudad. Cuántas alegrías nos ha dado este equipo, cuántos éxitos han trascendido más allá de lo deportivo, cuántas conversaciones han llenado las calles, cuántos abrazos y gritos para celebrar todos los goles.
Dicen que la ilusión mueve el mundo y en Huesca hemos encontrado un motivo común a muchos que dinamiza nuestra ciudad y que nos hace sentirnos orgullosos de ser oscenses. Por muy “VUCA” que sea el mundo, por muchos vaivenes que podamos sufrir, demostremos que sabemos estar a las duras y a las maduras. Sigamos vibrando con nuestro equipo, sigamos llenando el Alcoraz.