Si hay algo que ha caracterizado estos dos primeros encuentros de este 2017 para la SD Huesca es la falta de gol.
Si el partido de Soria dejó una sensación un tanto decepcionante, pues la aportación del equipo en ataque fue inexistente, el partido ante el Levante, siendo mucho mejor en cuanto a sensaciones, dejó como dato la falta de gol en este 2017 en un equipo que como en Soria gozó de pocas ocasiones claras para batir la portería visitante.
Los goles son oro y por ello es lo más cotizado en el mundo del fútbol. Por tanto, quien domina las áreas es difícil que no tenga buenos resultados. El partido del domingo dejó el claro ejemplo de un equipo efectivo (el Levante), sin concesiones atrás y letal delante. Hasta la fecha, las grandes aportaciones de los mediocampistas azulgranas palían un hecho que cuando estos han bajado el nivel solo ha hecho que aflorar. La falta de gol de los delanteros es un hecho innegable.
Sin ser algo que deba preocupar -pues son tan solo dos los partidos de este 2017-, está claro el equipo ha perdido esa frescura que le facilitaba la manera de perforar la portería rival. Desde el 21 de septiembre en la derrota ante el Elche, el conjunto oscense había conseguido al menos en alguna ocasión perforar la portería rival en todos sus partidos en casa y, en muchas ocasiones, incluso con goleadas. Casi tres meses después el equipo azulgrana volvía a dejar su marcador a favor a cero y ya son 2 las jornadas consecutivas que este hecho sucede.
La salida confirmada de Boris abre con mucha más claridad la inminente llegada de un ‘9’ que ayude a paliar estos apagones del equipo en ataque con goles, goles que cuando el equipo no tenga claridad, frescura ni chispa, supongan un rédito en forma de puntos.