Casademont Zaragoza ha caído por 76-67 en la pista de Unahotels Reggio Emilia. El equipo se queda así prácticamente sin margen de error en la FIBA Europe Cup, y deberá ganar los tres partidos restantes en el Príncipe Felipe. Y si es posible, remontar el average tanto a Saratov como al Reggio Emilia. La imagen de este miércoles ha sido la de ir a trompicones, un ‘sí, pero no’, con acciones puntuales positivas que no han tenido continuidad. 17 puntos para Stan Okoye y 15 para Adam Waczynski.
Casademont Zaragoza saltaba a pista con Sipahi, Mobley, Waczynski, Vanwijn y Hlinason. Los rojillos empezaban muy fluidos y con la anotación muy repartida, de forma que tuvieron una ventaja de seis puntos en dos momentos (2-8 y 6-12). A partir de ahí, se bloquearon las ideas y Reggio Emilia devolvía el parcial con un 11-1. Stan Okoye dejaba el 17-16 para cerrar el cuarto.
Buena dirección de Sipahi
Hlinason era la gran amenaza del Casademont en el segundo cuarto, con mucho mérito también de Sipahi para encontrarle tanto a él como a Waczynski en el perímetro. En el otro lado, Olisevicius entraba y forzaba faltas y anotaba de tres (25-26). Llegaban más problemas con la segunda falta de Hlinason que le mandaba al banco. Tras unos minutos de atasco en ambos conjuntos, Stan Okoye aparecía con dos triples, pero los italianos respondían con otros tres lanzamientos exteriores (36-34). Se llegaba al descanso con 41-36 después de otro triple de Thompson.
Reggio Emilia entraba con mayor decisión en la segunda parte, ante un Casademont Zaragoza que se mantenía por medio de la inspiración de Waczynski. Tryggvi Hlinason cometía su cuarta falta (en una acción muy dudosa), lo que le mandaba de nuevo al banco. Mobley anotaba de tres, pero Diouf aprovechaba la ausencia de Hlinason para sacar faltas por dentro. A San Miguel también le caía la cuarta (56-48). Los árbitros, muy puntillosos, le señalaban varias faltas en ataque a Casademont, y se cerraba el cuarto con un palmeo de Diouf sobre la bocina (62-56).
Sequía anotadora
Si había opciones todavía, Casademont Zaragoza se encargó de dilapidarlas con una nefasta entrada en el último cuarto. Más de seis minutos les costaba a los hombres de Jaume Ponsarnau anotar, con un triple de Okoye desde la esquina. Hasta entonces, fallos de todo tipo, airball de San Miguel, tiros libres fallados por Radoncic o un triple de Hlinason sin venir a cuento (69-59). Una vez logrado abrir el marcador, Vanwijn y Okoye seguían anotando, pero ya era tarde. Solo quedaba seguir luchando para poder salvar el average en el partido en el Príncipe Felipe.