La plantilla del Real Zaragoza sigue entrenando en sus domicilios afrontando una semana más de confinamiento y sin fecha prevista para volver a la competición. El doctor del equipo, Ireneo de los Martires, asegura que los futbolistas trabajan estos días “con mucha responsabilidad y mucho compromiso con lo que está viviendo la sociedad”.
“En situaciones así, te das cuenta de que lo más importante es la salud. Sin salud no hay fútbol, ni amigos, ni vacaciones. Los futbolistas se han concienciado y están colaborando. Son profesionales y deben mantenerse en la mejor forma física posible. Se han mostrado muy receptivos a la hora de cumplir con el trabajo marcado”, asegura el Dr. Ireneo de los Mártires.
Al trabajo habitual de la mayoría de la plantilla en sus domicilio, se suma el que realizan los futbolistas que están recuperándose de sus lesiones. En este caso, se trata de un trabajo algo diferente ya que deben acudir a la Ciudad Deportiva de forma periódica. Es el caso de los dos capitanes del equipo: Alberto Zapater y Javi Ros. Sus visitas a la Ciudad Deportiva se realizan bajo “estrictas medidas de protección para prevenir cualquier contagio”.
Los jugadores que trabajan en sus casas no se libran de que pueda surgir alguna lesión, aunque de momento ninguno de los futbolista de la primera plantilla ha sufrido ningún percance importante. “La carga de trabajo se está controlando muy bien por los preparadores físicos. En casa se hace sobre todo, trabajo de fuerza y la parte aeróbica se reduce a la bicicleta. Eso puede provocar alguna sobrecarga muscular. Al principio, lo que tenían los futbolistas eran agujetas, pero ya se han acostumbrado y no tienen ningún problema”, afirma el doctor del Real Zaragoza.
Otro factor a tener en cuenta estos días es que los jugadores blanquillos no tengan ningún síntomas de haber podido contraer coronavirus: “Cualquier necesidad, estoy a su disposición”. El Dr. Ireneo de los Martires vive la pandemia con preocupación tanto a nivel profesional como personal.
El trabajo del Dr. Ireneo de los Mártires
“El número de pacientes aún es muy alto. El final del túnel está lejos. Por otro lado, a nivel personal, se vive con miedo de que alguna persona allegada pueda contraer la enfermedad. La propagación está siendo tremenda en un periodo muy corto de tiempo, lo que hace que se saturen los hospitales”, asegura el médico del Real Zaragoza que también desempeña su labor en las urgencias del Hospital Clínico de la capital aragonesa.
Ante esta situación, Ireneo de los Mártires reconoce que el reconocimiento de la sociedad “reconforta” y “te da fuerzas para seguir haciendo tu trabajo”. Los aplausos de cada día a las 8 de la tarde en homenaje a los profesionales sanitarios asegura que “nos ayuda a seguir peleando”.