El Bada Huesca viaja en estos momentos a Santander donde esta tarde, a las 18.00, se enfrenta al Sinfín. Las dos últimas derrotas del siete altoaragonés le obligan aún más a conseguir los dos puntos en juego ante un siete cántabro con urgencias para eludir el sur de la Asobal.
A la pregunta de si el equipo siente que tiene especial presión por ganar el partido de esta tarde para alejar fantasmas, Nolasco responde rotundo: “La de todos los partidos”. Cuando el calendario se empieza a estrechar hay una verdad inalterable que no es otra que en cada encuentro que tienes “opciones de ganar y no lo haces se pierden posibilidades”. Es decir, los errores castigan más porque el margen de maniobra se reduce. La cita de esta tarde -18.00- en La Albericia cobra especial protagonismo por el pasado más reciente. Las derrotas contra Cangas y Villa de Aranda han alimentado ciertos temores en un Bada que ofrece una temporada carente de rumbo firme, que es capaz de ser amado como odiado.
El preparador del Bada Huesca aplica a la actual situación la lógica. “Lo de atrás ya no se puede cambiar” y destaca que si su equipo tiene presión por sacar los dos puntos en juego más aún el rival de esta tarde. El Sinfín mantiene tres puntos de colchón con los puestos de descenso, pero tampoco se puede dormir en los laureles. Por esa necesidad, Nolasco se espera a un adversario que “meterá velocidad desde el minuto cero y hasta el bocinazo final”. Los cántabros tienen en su portero rumano Darius Makaria, el poder de lanzamiento e intimidatorio de Paredes con sus 206 centímetros y en la dirección de juego del incombustible Óscar Río a buena parte de sus argumentos de juego al que se suman Amarelle y el exBada Huesca como el zaragozano Ros –también juega el extremo aragonés Postigo- que suele firmar buenos partidos contra el siete altoaragonés.
La jornada guarda cierta similitud a la vivida de forma previa contra Benidorm, partido al que llegó el Bada ‘castigado’ por la mala imagen dada contra Cuenca y que borró de un plumazo contra un Benidorm formado por muy buenos jugadores, aunque sin premio en la clasificación de la Asobal.