El Real Zaragoza sufrió ayer en Pinilla su primera derrota de la pretemporada, precisamente en el último partido de la misma, ante el Levante. El encuentro se decidió en el minuto 92 con un disparo lejano de Sergio Lozano en el que Femenías pudo hacer algo más. Pese a la derrota, el conjunto de Víctor Fernández, que fue de más a menos, dominó gran parte del partido y pudo adelantarse hasta en dos ocasiones en las que Soberón se encontró con la madera. Es por ello por lo que los zaragocistas pueden sacar varias cosas positivas del choque, como la actuación de dos de los jugadores que apuntan a indiscutibles en el once maño: Toni Moya y Mario Soberón.
Este sí es el Toni Moya que todo el zaragocismo esperaba ver la temporada pasada. El nivel mostrado por el centrocampista de 26 años fue simplemente sublime. Toda jugada de ataque del Real Zaragoza pasó por sus botas, de las que salieron varios pases clave. En defensa, un pulpo, cortando varias jugadas de ataque del Levante y rebañando todo balón que pasara cerca suyo. Jugando como lo ha hecho esta pretemporada, podríamos estar ante uno de los mejores pivotes de la categoría.
Mario Soberón es, por rendimiento, el fichaje estrella del Zaragoza. Ayer salió en punta junto a Azón, con quien se entiende a las mil maravillas, y eso que el ex del Eldense solo lleva cinco encuentros como zaragocista. Juntos crearon la mayoría de las jugadas de ataque del Zaragoza durante la primera parte, en la que Soberón fue el jugador más activo. Tanto es así que el ‘7’ maño estrelló un balón el el larguero y otro en el palo en los 61 minutos que disputó.
Azón llama a la puerta
Sin embargo, no fueron los únicos jugadores de la plantilla que han dado un paso al frente durante esta pretemporada. Iván Azón parece haber recuperado el instinto goleador que tanto echó en falta el Zaragoza la temporada pasada y las nuevas incorporaciones han devuelto la ilusión a la afición.
Habrá que esperar hasta el viernes 16 de agosto para volver a ver un nuevo partido del Zaragoza. Será ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla, un rival con el mismo objetivo que el equipo de La Romareda: el ascenso. Hasta entonces, que esta derrota no opaque el buen juego mostrado por los de Víctor Fernández durante la pretemporada.