El Huesca venció por la mínima al Real Valladolid en El Alcoraz gracias a otro gol de Melero. El madrileño está de dulce y ya lleva 4 goles en lo que va de temporada.
Parece una mera casualidad el hecho de que el máximo goleador del Huesca juegue en el centro del campo, pero si nos ponemos a analizar fríamente los partidos del conjunto de Rubi en lo que va de temporada, nos daremos cuenta que todo pasa por algo. Y es que el gol de Melero dio la segunda victoria de la temporada 2017/18 a los azulgrana, algo que permite respirar en Camino Cocorón.
El madrileño se sitúa como pichichi del equipo gracias a los 4 goles que ha marcado en los 6 partidos de Liga disputados hasta el momento, siendo titular en todos ellos, y acumula un total de 11 dianas con la elástica del Huesca (7 de la campaña pasada).
No es nada nuevo decir que el bueno de Melero es indispensable para este equipo y que muy probablemente sea la última temporada que los aficionados azulgranas lo vean por tierras del Alto Aragón. Tampoco es nada nuevo decir que Melero fue el mejor del partido, una vez más, frente al Valladolid, mostrando todo el talento y la progresión que lleva dentro, rodeado de otros dos colosos de la categoría como Aguilera y Sastre.
El físico que posee el jugador y la calidad que atesora ayuda al Huesca a llegar con potencia y calidad al área rival. A ello hay que sumar un futbolista bendecido por el gol en la presente temporada, con una capacidad para hacer goles de todos los colores, ya sea con la cabeza en el balón parado o con su diestra.
Rubi tiene en sus manos un diamante en bruto al que apenas hay que sacarle más brillo. Simplemente es necesario de su cuidado para que ayude al Huesca a lograr su objetivo. Un jugador de oro que puede marcar un antes y un después con la camiseta azulgrana.