La afición ha respondido. 5300 renovaciones que suponen el 90% de las que había el año pasado. Y aún faltan las nuevas altas para esta temporada. El Alcoraz seguirá lleno hasta la bandera y continuará empujando a su equipo en la categoría de plata.
La pasada temporada dejó poso en los corazones azulgranas y las renovaciones de abonos han ido quizá incluso mejor de lo esperado. Todo esto teniendo en cuenta que el equipo está a “medio hacer” y que aún faltan por llegar siete u ocho incorporaciones. Por eso tiene mérito la respuesta de la afición del Huesca, porque pese al shock generalizado que supuso la “Oikos” y pese a no conocer el nombre de jugadores que tienen que venir a ser importantes, no se le ha dado la espalda al equipo, no se ha reblado.
Ahora la pelota está en el tejado del club. La afición ha cumplido con su parte. Rubén García y Petón tienen que terminar de configurar la que ha de ser una plantilla que nos permita disfrutar cada domingo. Queremos un equipo que nos levante del asiento, que tenga identidad propia y que juegue con alma. Se podrá ganar o perder, pero el compromiso con el esfuerzo será innegociable para la grada.
Sabemos que la dirección deportiva está trabajando a toda máquina, pero a la afición y sobre todo a nuestro entrenador Michel, nos tranquilizará mucho poder contar con todos los efectivos cuanto antes. Todos, afición y club, queremos tener a los mejores jugadores y los queremos tener ya. Pero, ni mucho menos se tienen que encender las alarmas porque el mercado es caprichoso y los fichajes acabarán llegando. Una plantilla cualquiera se podría haber confeccionado en pocos días; sin embargo, una plantilla compuesta por jugadores importantes se cuece a fuego lento.
Habrá futbolistas que aspiran a jugar en una categoría superior y que agotarán sus opciones hasta última hora. Otros preferirán jugar en clubes con más historia en primera o segunda división, aunque tengan ahora un presupuesto más bajo que el nuestro. Quizá otros se sientan atraídos por ciudades más grandes o con alicientes diferentes a los que ofrece nuestra capital. El club tiene que ganárselos, presentarles un proyecto ilusionante que les convenza de que venir al Huesca es su mejor opción. Además, se nos presuponen argumentos económicos de sobra como para cumplir las expectativas de los jugadores más deseados de la categoría. Todos aquellos que decanten la balanza en favor de venir a nuestro club vivirán la oportunidad de vestir nuestra camiseta y de sentir al Alcoraz llevando en volandas al equipo. Los que decidan lo contrario se lo pierden.
Dejemos trabajar al club y demos ese voto de confianza a nuestro nuevo director deportivo. Permitámosle trabajar y ayudemos siendo exigentes a la par que pacientes. Al acabar el mercado podremos rendir cuentas.