Los azulgrana recibieron ante el Rayo el sexto gol de la temporada, el quinto a balón parado. Desde el tanto de Pere Milla en la jornada 1, el equipo de Rubi no sabe lo que es recibir un gol con la pelota en movimiento.
Jornada a jornada, la SD Huesca sigue confirmando sus continuos y permanentes pasos hacia delante, basados principalmente en los buenos registros defensivos que está obteniendo semana sí semana también. En las siete jornadas disputadas hasta la fecha, el equipo de Rubi solo ha recibido un gol de jugada. El resto han llegado desde la pelota parada, bien de un saque de esquina, una falta o un penalti.
Este pasado domingo, el Rayo Vallecano materializó en la primera parte, por medio de Óscar Trejo, un más que dudoso penalti cometido por David Ferreiro para adelantarse en el luminoso. Este era el quinto gol de la temporada que el Huesca recibía con la pelota parada y el primero que encajaba en El Alcoraz. El club oscense veía como su imbatibilidad se daba por finalizada, volviendo a encajar en casa 533 minutos después.
Antes del cuadro rayista, Osasuna materializó una jugada de estrategia en El Sadar para adelantarse en la jornada 3, aunque el Huesca empató gracias a un gol de Melero. Hace dos jornadas, en el Reino de León ante la Cultural Leonesa, los azulgrana recibieron tres goles, todos a pelota parada (un córner, una falta y un penalti)
Y es que solo el jugador del Numancia y una de las revelaciones de la temporada en Segunda División, Pere Milla, ha podido superar a la defensa azulgrana y a Remiro sin que el juego se detuviese previamente. En el estreno liguero, el atacante rojillo logró, tras una gran combinación, batir al meta cedido por el Athletic Club, algo que el propio Remiro evitó ante el Rayo donde cuajó otra gran actuación con algunas paradas de mucho mérito.
El Huesca sigue mostrando su fortaleza defensiva con la pelota en movimiento una jornada más. Además, ha vuelto a ver como su ímpetu por robar el balón (como le ocurrió a Akapo en León) se ha visto penalizado por una dudosa decisión arbitral dudosa.