El colegiado riojano amonestó con tarjeta amarilla a nueve jugadores, expulsó por doble amarilla a un defensa del Huesca y pitó dos penaltis, uno para cada equipo.
César Soto Grado mostrando la tarjeta amarilla a Moustapha | Foto: sporthuesca.com – C.Pascual
César Soto Grado tuvo una tarde ajetreada en Urritxe. En el partido que enfrentaba a la SD Huesca y a la SD Amorebieta, el colegiado del comité riojano amonestó a ocho jugadores, 6 del Amorebieta y 2 del Huesca, y expulsó al defensa azulgrana Scardina por doble amarilla. Los partidos frente a equipos vascos implican un gran derroche físico debido a que se necesita el contacto en muchas ocasiones para conseguir la posesión, y el colegiado intentó hacer cumplir el reglamento.
Los amonestados del conjunto vasco fueron: Aitor Blanco, por protestar; Arriaga, por agarrar a Guillem; Moustapha, por hacerle falta a Guillem; Orbegozo, por derribar a un jugador del Huesca durante una puja de balón; Extebarría; Garmendia, por desplazar el balón antes de que el Huesca lo pusiera en juego; y Delgado, por perder tiempo.
En la SD Huesca fueron amonestados Scardina, por darle un codazo a un delantero del Amorebieta, y más tarde, por derribar a un rival en la disputa de un balón; Camacho, por protestar; Guillem, por derribar a un rival; y Gaspar Gálvez, por agarrar a un delantero del Amorebieta, impidiendo su avance.
Además, el colegiado riojano pitó dos penaltis, uno a favor de cada equipo. Primero decretó la pena máxima a favor del Huesca. A los diez minutos del comienzo de la segunda mitad, Juanjo Camacho, en una de las pocas jugadas aisladas que hizo el Huesca en el partido, fue derribado y el árbitro pitó penalti, que el capitán azulgrana lo materializó. Más tarde, hubo una jugada dudosa dentro del área del Huesca en la que cayó Orbegozo, pero el árbitro dejó seguir el juego. Soto Grado no perdonó al conjunto oscense en el minuto 80, por una falta de Aythami a Ibai, que él mismo transformó.