El Real Zaragoza ha dado un gran paso adelante para volver a ser el que fue a comienzos de la temporada. Tras casi dos meses de sequía goleadora, de bajo rendimiento colectivo y de fallos defensivos, los blanquillos han dado la vuelta a la imagen mostrada en las últimas jornadas.
Con un 4-4-2 desde el inicio del encuentro ante Las Palmas, el Real Zaragoza se sintió mucho más cómodo sobre el césped. Clemente y Guitián formaron por primera vez juntos como pareja de centrales, apoyados tanto en la salida de balón como en tareas defensivas, por un doble pivote formado por Eguaras e Igbekeme. Las bandas fueron para Guti y Soro, mientras que Pombo regresó para acompañar arriba a Suárez.
El colombiano se siente mucho más cómodo con un acompañante en ataque y así se dejó ver nada más comenzar el encuentro con un gol en minuto 3 que establecía el 1 a 0. Las Palmas sin embargo, no se vino abajo y tuvo 10 minutos en los que poder firmar la igualada. Viera, uno de los mejores de la categoría, puso en apuros a Cristian ante algunas dudas defensivas que el guardameta supo solventar.
Suárez e Igbekeme, dos jugadores diferenciales
El Zaragoza esta vez no estaba dispuesto a dejar escapar el triunfo y Nieto, a pase de un inspirado Suárez, hizo el 2 a 0 antes del cuarto de hora de partido. Los blanquillos encontraron en Eguaras y especial en Igbekeme la mejor vía para sujetar el centro del campo, poseer el balón y reforzar la defensa para frenar el ataque canario. No solo Suárez se había reencontrado con el gol, también Igbekeme volvió a ser el que un día fue. Dos jugadores diferenciales, venidos a menos en las últimas jornadas y que han sido claves en la recuperación zaragocista ante Las Palmas.
Víctor apostó además por no realizar cambios tácticos. Ya en la segunda mitad, manteniendo el sistema, el Real Zaragoza dispuso de más oportunidades en las botas de Suárez. Mientras Las Palmas, ante la incapacidad de generar un juego efectivo en ataque, optaba por el balón parado como su vía más efectiva para intentar perforar la portería blanquilla. Una portería que sufrió un duro contratiempo: la lesión de Cristian. El argentino fue despedido con una gran ovación por La Romareda y Ratón paso a ocupar su lugar bajo palos. Papu también paso a ocupar el lugar de Pombo.
Latidos de tranquilidad
Ratón se mostró algo nervioso en sus primeras acciones, pero ahí estaba Suárez de nuevo para sentenciar con el 3 a 0 y llevar la tranquilidad a los corazones zaragocistas. El colombiano lanzó un penalti que en primera instancia rechazó el portero canario. Suárez había fallado la última pena máxima que lanzó, pero esta vez el atacante estuvo atento al rechace para rematar a portería y hacer el definitivo 3 a 0.
Srnic, para Las Palmas, marcó el 3 a 1 pero su gol fue anulado por fuera se juego. En la recta final, Víctor Fernández dio más presencia al centro del campo con la entrada de Ros por Soro para impedir posibles sustos por parte de los de Pepe Mel. Además, el defensa de Las Palmas, Lemos, fue expulsado por doble amarilla lo que dio una mayor superioridad y tranquilidad a los blanquillos en la recta final del encuentro.
Un partido que supuso todo un paso adelante en la resurrección del Real Zaragoza. Se volvió a la victoria, al gol y a dejar la portería a cero. Un buen rendimiento colectivo que se complementó con la recuperación de dos jugadores vitales para el equipo: Suárez e Igbekeme. Dos piezas claves para que el Real Zaragoza recupere su mejor versión.