Conducir bajo condiciones extremas. La calzada escondida bajo un binomio de nieve y hielo siempre es un peligro para la conducción. Hay que dominar el coche. Es poco habitual, pero el riesgo está allí. Tanto en invierno como cuando parece que este se va. El Subaru Outback mantiene intactos todos los atributos que le han hecho ser un coche de culto desde hace veinte años: imagen crossover, motores bóxer y tracción AWD simétrica. Su capacidad off-road sorprende y puede pasar por zonas por donde más de un SUV se quedaría enfangado. Desde su salida al mercado, el Subaru Outback ha evolucionado, pero manteniéndose fiel a sí mismo.
La grandeza de su tecnología se engalana bajo la tecnología Symmetrical All-Wheel Drive (AWD Simétrica) que asegura una adherencia extraordinaria en cualquier circunstancia: con nieve, lluvia, caminos poco practicables o carreteras sinuosas, y ahora, gracias al X-MODE con Control de Descenso en Pendientes (HDC), responde aún mejor en cuestas pronunciadas y terrenos escarpados.
Pero el Subaru Outback no es un simple turismo con estética todoterreno. Es todo lo contrario: un auténtico todoterreno con una carrocería que en Subaru llaman ‘low-profile’ o de perfil bajo. De vuelta al asfalto y, tras abandonar grandes placas de barro, cumple también en cuanto a dinamismo se refiere. Lo que más sorprende es su nivel de confort. En general, el coche es sólido y se siente cómodo en todo momento. La marca japonesa tiene en el Outback un coche de corte familiar, amplio y moderno.