El Mann Filter Casablanca por fin logró hacerse con el triunfo después de tres jornadas en las que solo había conocido la derrota. Enfrente, uno de sus rivales directos y que seguirá luchando por abrir su cuenta de victorias particular en esta temporada 2019/2020, el IDK Gipuzkoa.
El encuentro comenzó, como viene siendo habitual en el Eduardo Lastrada, con el calor de una afición que no desiste. Tras un primer tanteo bastante parejo propio de cualquier inicio de partido, ambos conjuntos llegaban al segundo cuarto con trece iguales en el marcador.
Por parte de las de Fabián Téllez, sin embargo, Umi Diallo, que todavía mostraba signos de su reciente lesión, era determinante, no en números, pero sí en calidad de juego y marcaba la diferencia en la pintura visitante.
Los esfuerzos defensivos colectivos, un arma letal
Durante el segundo cuarto, el esfuerzo defensivo de las zaragozanas hizo que dos triples consecutivos y un par de canastas sirvieran para que estas consiguieran su primera “gran ventaja” del partido, con un parcial de 10-0 a falta de 4 minutos para el descanso. A pesar de ellos unos minutos de relajación y unas cuantas canastas fáciles volvieron a acercar a las guipuzcoanas en el marcador llegando al tercer cuarto con un 32-28.
A la salida del descanso, las de Fabián Téllez volvieron a sacar garra para llevarse, esta vez sí, una ventaja que las alejase definitivamente en el encuentro. En este sentido, las defensas, ejercidas no solo por las cinco jugadoras de pista ni por el cuerpo técnico, sino por todo el pabellón, hicieron que el Mann Filter Casablanca pudiera volver a gustarse con su juego.
Juego interior clave y despistes a tener en cuenta
Los últimos diez minutos, ya con una ventaja de casi 15 puntos en el marcador, les sirvieron a las zaragozanas para seguir engrasando una maquinaria que cada día está más a punto, aunque sin pasar por alto unos cuantos despistes, tanto en ataque como en defensa, que hicieron al entrenador pedir cabeza en las últimas acciones.
En definitiva, victoria más que merecida para un Mann Filter Casablanca en el que el juego interior, tanto de Hempe como de Vega Gimeno, y las decisiones de buenos tiros fueron determinantes.