Una revisión final acabó con el estallido local. Una triple en el último segundo parecía decidir un partido en el que Tecnyconta estuvo siempre por delante. No obstante su anulación permitió a los de Fisac llevarse el gato al agua y seguir peleando por el sueño de estar entre los 8 primeros.
Tecnyconta llegaba al sur de Madrid con la mira en los play-offs. Debían alcanzar una victoria para olvidar la derrota del pasado fin de semana ante el Valencia y mantener la ventaja con Iberostar Tenerife. Por su parte, Montakit Fuenlabrada sigue inmerso en la pelea por alejarse del descenso. Y es que a pesar de tener dos partidos de ventaja no puede relajarse en la recta final de la Liga Endesa.
Arranque espectacular de Tecnyconta
El partido empezó con mucho ritmo de anotación, algo característico de ambos equipos. Juego vertical, apuesta por las transiciones y un parcial de 10-10 a los 3 minutos de juego. No obstante, en cuanto Tecnyconta apretó en defensa, los aragoneses se hicieron con el partido. La apuesta inicial por Berhane y Justiz le salió bien a Fisac. El primero amenazó desde el perímetro y el segundo intimidó defensivamente en la zona. Eso sí, el gran líder ofensivo fue Stan Okoye. Con 13 puntos en el primer cuarto volvió a demostrar ser uno de los mejores jugadores de la Liga Endesa. El parcial era de 14-35. Tecnyconta brillaba, con un 80% en tiros de campo, y una defensa dominante
Reacción local en el segundo cuarto
Montakit Fuenlabrada recuperó el orgullo. Mejoró en defensa y Tecnyconta dejó de encontrar el aro con la facilidad de los primeros 10 minutos. Los madrileños también mejoraron sus prestaciones en ataque. Fueron más certeros y dejaron de regalar balones, algo que les había costado 10 puntos en contra en el primer cuarto. Por otro lado, el joven Alocén dejó varios detalles que levantaron los aplausos de los pocos pero ruidosos aficionados maños. De esta manera el partido se fue 39-53 al descanso. El partido recuperaba la vida pero los de Fisac mantenían una ventaja jugosa.
Montakit llegó a ponerse a dos puntos
El pabellón de Fuenlabrada, intenso durante todo el partido, aumentó la temperatura del ambiente. Los locales volvieron a salir mejor que los visitantes. Transiciones rápidas, tapones, triples liberados. El partido tenía las mismas aventuras que el primer cuarto pero con un cambio de protagonista. Con este escenario los madrileños llegaron a ponerse a dos puntos. La entrada de Okoye y Alocen en los minutos finales del tercer cuarto les dio oxígeno a los aragoneses, que acabaron desatascando el aro rival y recuperando cierta ventaja. Sin casi segundos en el cronómetro, Okoye armó el típico lanzamiento de la fortuna desde su campo. No obstante el ímpetu de Popovic provocó una falta innecesaria que significó su expulsión y tres tiros libres para los aragoneses. A base de inteligencia y madurez los de Fisac habían recuperado el partido.
El final del partido fue agónico
Los maños encararían el último cuarto con una ventaja de 11 puntos. Con el ambiente muy caldeado los locales crecieron y desde la linea de tiros libres, el aragonés Chema González empataría el partido. 87-87. Tecnyconta podía tener la última posesión en sus manos. Una jugada intensa, en la que los de Fisac tuvieron hasta 3 lanzamientos tras varios rebotes ofensivos, que acabó en tiros libres. Mccaleb anotó uno y fallo el otro. A falta de 4 segundos, Montakit rozó el milagro. Una internada rapida que acabó en un triple anotado hizo estallar el pabellón de Fuenlabrada. Una victoria impresionante ya que habían llegado a estar 21 puntos por debajo. No obstante, tras revisar la canasta, los árbitros dictaminaron que estaba fuera de tiempo. Los jugadores de Tecnyconta lo celebraron de manera efusiva ya que todo parecía estar perdido.
Esta victoria permite a los aragoneses mantener un partido de ventaja con el Tenerife, actual 9º. A falta de 4 partidos, el hecho de volver a disputar unos play-off tras 5 años de sequía queda cada más cerca. Además victorias tan agónicas como las de hoy tienen que reforzar aún más la moral del equipo. Aunque deben llevarse la lección de que cualquier relajación puede acabar con su sueño.