La SD Huesca cae en Tenerife (2-0) ante un rival que no le dio opción. Waldo primero y Teto después pusieron los goles en un encuentro en el que los de la isla fueron superiores, donde el Huesca no remató ni una sola vez entre los tres palos y en el que Andrés Fernández fue, de nuevo, de los azulgranas más destacados del choque.
Tener a la tropa enchufada implica que cuando hay bajas no te creen dudas los que entran. Llegó el Huesca a Tenerife con el objetivo de ganar fuera de casa y en la primera arrancada de Soko le sacó una amarilla a un tipo tan curtido como Aitor Sanz.
El Tenerife cargó por la banda de Ratiu su ataque y, de paso, se adueñó de la bola. El Huesca, tranquilo. Tiene un sistema defensivo difícil de descifrar. Se siente cómodo encastillado en un ejercicio de desgaste del rival. Que se harte. Y con Salvador y Hashimoto en el centro y los Pulidos atrás apoyando a las bandas, la armadura del Huesca es complicada de superar. Y, además, bajo palos, Andrés.
Jugar a que nada pase
Ziganda ha logrado que su defensa se sienta segura ante cada ataque. A veces, desde la grada hay más susto que realidad. Ante tanto automatismo, el canario Teto -un jugón de la escuela canaria- buscó sacar de su chistera algún truco con el que desequilibrar esa defensa con el tanque Enric Gallego. Iván Romero exigió a Andrés en un disparo sin que pareciera que tuviera un buen ángulo. Sin llegar a los 20 minutos, el Tenerife pisaba área rival mientras Soriano se aburría bajo palos.
El Huesca sigue en su línea de fútbol práctico. A falta de fantasía, juego de apisonadora. No será vistoso, pero sí eficaz. Y aquí lo que importa es lo que importa. Y si no que se lo pregunten al Tenerife, que tiene jugadores con mucho fútbol, pero que arrancó el partido más preocupado por el sur de la tabla que por el norte, que es su objetivo. Capeado el ímpetu tinerfeño se buscó asustar a Soriano, pero seguía con sus guantes como los sacó por el túnel del vestuario pasada la media hora de juego.
Si con jugada no llegaba, el Tenerife probó a balón parado. Se hinchó de intentarlo desde el córner. El Huesca se mostró seguro. Bueno, al menos sobre el prado, porque la sensación es que cada vez le costaba más evadirse de recibir un gil. Necesitaba un cambio de marcha, dar un susto, meterle algo de anestesia en todo caso para sacudirse la presión.
Un mal rechace pasa factura
Ziganda inició el segundo acto con Escriche por Kevin Carlos. A falta de que llegaran balones arriba tocó ir a por él. Eso sí, la primera ocasión fue del Tenerife con Andrés, don Andrés, haciendo una parada cinco estrellas a Enric Gállego al que Teto le puso un balón magistral servido en bandeja de plata. Tres minutos después, sin embargo, el murciano no pudo frenar el lanzamiento de Waldo. En la primera que la defensa del Huesca estaba mal posicionada, Waldo puso el gol.
Más de media horas todavía por delante y a los azulgranas les tocaba la más fea: remontar; algo que no han sido capaces de hacer hasta el momento. Ganaron metros, tomaron el balón y asumieron más riesgos. Y, sobre todo, se dedicaron a sacar centros, aunque en ningún momento lograron incomodar a un Tenerife deseoso de matar el partido al contragolpe.
Juan Carlos aparecía para trenzar una bella acción de ataque que él mismo se encargaría de finalizar tras un centro raso tenso de Florian. Para su infortunio, su golpeo se encontró con la bota de Mellot cuando el portero ya estaba vendido. Fue clara, sí. Pero el Huesca no acertó a la primera, como está acostumbrado. Mientras, el partido, roto. Indecisiones, imprecisiones y acercamientos por uno y otro lado del campo.
Teto puso la puntilla
Doble cambio en el Huesca y sorpresa. Primeros minutos de la temporada para Enzo Lombardo y la intención de querer ir a por todas con una doble punta con Escriche y Juan Villar, quedando Marc Mateu en el lateral izquierdo. Cierto atisbo de empuje y esperanza… hasta que Teto decidió acabar con ello. Rubén Pulido rompió el fuera de juego y el ariete blanquiazul aprovechó para orientar el control y colocar sutilmente el balón en la cepa del poste. Y para dentro. Andrés tan solo alcanzó a rozarlo con la yema de los dedos.
Tiempo tendrían todavía los locales hasta para encontrarse con la madera. En otro contagolpe, Enric Gallego mandó el balón al travesaño en el que pudo ser el tercero con el que rubricar la goleada. Finalmente, Huesca y Tenerife vieron el encuentro para sentencia. Tres puntos para el Tete y ninguno para un Huesca que parece no se encuentra.
Ficha técnica
CD Tenerife: Soriano; Mellot (Nacho, 85′), Sergio, Carlos Ruiz (Sipcic, 85′), Buñuel; Teto, José Ángel, Aitor Sanz, Waldo; Iván Romero (Mo Dauda, 71′), Enric Gallego.
SD Huesca: Andrés; Ratiu, Rubén Pulido, Jorge Pulido, Florian (Enzo Lombardo, 75′); Mateu, Salvador (Timor, 85′), Hashimoto, Soko (Joaquín, 63′); Kevin Carlos (Escriche, 45’), Juan Carlos (Juan Villar, 75′).
Goles: 1-0, Waldo (51′) | 2-0, Teto (82′).
Árbitro: José Antonio López Toca (comité cántabro). Amonestó a Aitor Sanz (4’), Kevin Carlos (38’), Waldo (52′), Buñuel (64′), Cristian Salvador (70′), Jorge Pulido (85′).
Incidencias: partido de la 16ª jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Estadio Heliodoro Rodríguez López ante
Elige al mejor del Huesca en Tenerife
El titular lo dice todo. Tras un infame paso por la copa, un triste partido sin historia ni pundonor que llevarse a la boca. Así, ni a la esquina. Hasta la última actuación quedaba un espíritu numantino al que agarrarse, pero tras lo de las dos últimas semanas, el panorama es más bien desolador. Mejor enfrentarse a la cruda realidad que paños calientes sin merecimiento. A ver si el próximo viernes se ve algo de rasmia, porque si no el derbi nos va a pillar sin pertrecho. Si además el Alcoraz últimamente parece un cementerio más que una verbena, tenemos pinta de fiambre. Lo que está claro es que si al final vamos de verdad a por los 50 puntos, podemos vernos en la tesitura de no alcanzarlos. En fin, asumamos lo del último medio mes como una anécdota. Pero que se quede en eso…
La razón te asiste… Tantos cambios (o rotaciones) están empezando a descomponer el equipo… Tras 3 meses de competición, el entrenador tiene que haber configurado una alineación base desde la que trabajar ciertos retoques para mejorarla… y da la impresión que los está mareando lo que les hace perder la confianza ya que, tras un buen partido, al siguiente te cambia… lo cual afecta, según el resultado, al que sale, al que entra… y al que repite…
Deseemos se centre y confeccione un equipo base… ya que, mal que le pese, todos los jugadores no son titulares y es él quien tiene la responsabilidad de elegir… y desde la repetición llegarán los automatismos… con los que se elevarán las prestaciones… tanto en defensa como en ataque…
P.D.: También debe tomar nota que, con algunos nombres sobre el terreno de juego… se está más cerca de perder que de ganar… Avanti!!!