¿Qué le pasó al Real Zaragoza en el descanso del encuentro ante el Málaga? Es la gran pregunta que nadie supo responder en La Rosaleda. Si Víctor Fernández decía la semana pasada que el encuentro ante el Sporting había sido todo un reto como entrenador, ante el Málaga se tuvo el más difícil todavía y en este caso, el Real Zaragoza no fue capaz de sobreponerse. Ello hizo que se vieran dos caras muy diferentes y un gran contraste entre el juego de la primera y la segunda mitad por parte del Real Zaragoza.
Todo empezó como la seda. El Real Zaragoza afrontó el partido en tierras andaluzas con un 4-1-4-1 en el que Javi Ros volvió a dirigir el equipo desde el centro del campo, situado como pivote por delante de la defensa. El navarro aportó contundencia, ayudas defensivas y buena salida de balón para conectar con Guti e Igbekeme.
Desde las bandas, Papu y Biel conectaron con maestría con Álvaro Vázquez, aunque en su caso el delantero no estuvo tan acertado frente a la portería contraria. Tomando todo esto como base, el Real Zaragoza se adelantó en el marcador en minuto 9 de partido con una definición magistral de Pep Biel.
Los blanquillos mantuvieron su buena dinámica durante toda la primera mitad. El Málaga tardó muchos minutos en llegar a la portería de Cristian. Lo hizo con subidas por banda y centros, en la mayoría de los casos, de difícil remate. Adrián y Ontiveros comenzaron a dar algunas muestras de lo que sería el posterior peligro malaguista durante la segunda mitad.
Penalti sobre Igbekeme
Antes del descanso, el guión del encuentro pudo cambiar por completo si el colegiado llega a señalar un claro penalti cometido sobre James Igbekeme. Un 0 a 2 al descanso, con la afición del Málaga presionando, hubiera podido ser definitivo.
Sin embargo, no hay que volcar sobre el colegiado la culpa de la derrota zaragocista. Los blanquillos ofrecieron su cara más oscura en la segunda mitad, provocando una derrota únicamente fruto de los errores defensivos del Real Zaragoza y de la falta de reacción de los de Víctor Fernández. El Málaga fue un auténtico torbellino en la segunda parte.
Sin cambios de esquema
En apenas 10 minutos, los goles de Renato y Blanco dieron la vuelta al marcador que reflejo un doloroso 2 a 1. Víctor Fernández movió banquillo pero sin cambiar de esquema. Entró Pombo en lugar de Papu y Gual por un James que se había ido apagando con el paso de los minutos.
Con este movimiento, Vázquez paso a actuar por banda y Gual se situó en la punta de ataque. El Málaga aún tuvo tiempo de hacer el tercero por medio de Adrián. Eguaras entró por Álvaro, en un nuevo cambio que no supuso ninguna reacción.
Así, un Real Zaragoza gris y oscuro perdió totalmente el norte con el paso de los minutos. Afortunadamente, la derrota del Rayo Majadahonda asegura ya la permanencia matemática de los blanquillos.