La SD Huesca no ha pasado del empate (0-0) en el Municipal de Olot ante el conjunto local. Un choque que se ha saldado sin goles ni grandes ocasiones en ninguna de las dos áreas, salvo cuando Peñaloza mandó un esférico al larguero. Míchel ha podido tomar nota de los primeros minutos de Seoane, Raba y Juan Carlos, mientras que en el eje de la zaga han formado tanto Arnedillo como Kike Hermoso dada la ausencia de incorporaciones.
Míchel salió con un 4-2-3-1, con Álvaro en portería; defensa para Pedro, Pulido, Arnedillo y Galán en defensa. El centro del campo fue manejado por Mosquera y Seoane. Por delante suyo, una banda para Peñaloza, otra para Gallar, Eugeni en la media punta y Raba como referencia arriba.
La primera mitad fue la típica de pretemporada. Contra una defensa de cinco, un Olot que jugó claramente a la contra y que se encontró muy cómodo defendiendo, el tedio fue la nota dominante en los 45 minutos iniciales. Eugeni, con dos faltas y algún detalle, fue de los más destacado. Seoane también tuvo apariciones. Raba y Peñaloza, por su parte, lo intentaron en las bandas. El primero de los dos estuvo cerca de anotar en una gran jugada combinativa al filo del descanso, pero el 0-0 se mantuvo en el luminoso.
Peñaloza se topó con la madera
En el descanso hasta seis jugadores fueron sustituidos. Álvaro, Pulido, Mosquera, Eugeni, Gallar y Raba dejaron paso a Valera, Kike, Musto, Juan Carlos, Joaquín y Escriche respectivamente. La segunda parte sí fue algo más animada. En los primeros compases, Escriche rozó el primer gol del choque. Más cerca todavía se quedaría Peñaloza, que hizo vibrar el larguero con un tremendo golpeo desde la esquina del área.
Varios detalles de calidad de Seaone y especialmente de Juan Carlos precedieron a otro carrusel de cambios. Galán, Pedro y Peñaloza dejaron paso a Luisinho, Miguelón y Ferreiro, con los que se llegaría al final del partido. En los últimos 10 minutos, el Olot le metió más verticalidad al encuentro. Los de Míchel llegaron mejor a línea de fondo pero no se logró perforar la meta local.
El partido dejó claro, de nuevo, que es más que necesaria la incorporación de un delantero y de varios centrales. Juan Carlos Real y Seoane fueron lo mejor del conjunto oscense, por desborde y creación, pero faltó chispa arriba.