La ilusionante victoria ante el Villarreal y el chasco con el Mirandés tres días más tarde comparten más elementos en común de los que pueda parecer a primera vista. Sí, en el Huesca siguen conviviendo virtudes livianas y defectos que suponen una pesada carga. Tevenet se quedó sin crédito para resolver las situaciones que terminaron acabando con él y Anquela tiene por delante una mini pretemporada antes del parón navideño y con el mercado invernal asomando con gesto prometedor.
Mientras, el equipo azulgrana regresó a los puestos de descenso. Merecidamente, porque la racha de 1 punto de 15 posibles le sitúa como uno de los peores conjuntos de Segunda tomando de referencia el periodo de tiempo que nació con el mes de noviembre. El huracán se llevó por delante a Tevenet (luego volvemos sobre este aspecto) y el nuevo entrenador se afana para impartir su credo al tiempo que se da cuenta de que haber visto al Huesca por televisión no es suficiente. Anquela, es obvio, conoce el perfil de sus nuevos futbolistas. Ahora falta que sistemas y cabezas se amolden.
La plantilla ha recibido al entrenador jienense con un compromiso indudable. Además, contra el Villarreal exhibió fútbol y puntería. Ambas virtudes se extraviaron el día del Mirandés. Tras flotar sobre el cerro de San Jorge y ganar a un noble de la Primera División puso las cosas en su sitio la humildad de los burgaleses, un conjunto que representa todo lo que el Huesca, recién llegado, todavía no ha alcanzado. Anquela aspira a esa misma solidez, a la eficacia a balón parado y a saber controlar el tempo y a hacer frente a los diferentes desafíos que se suceden en 90 minutos. La capacidad de reacción y de hacer daño de la Copa, en suma.
“Pese a los tantos de Luis Fernández y Jonathan Moya, sigue pareciendo evidente la necesidad de un goleador”
El míster necesitará tiempo y fichajes. Sin el jugador más decisivo, Darwin Machís, el conjunto altoaragonés volvió el pasado domingo a adolecer de falta de pegada. Pese a los tantos de Luis Fernández y Jonathan Moya, sigue pareciendo evidente la necesidad de un goleador. Hay opciones en el mercado y dinero en la caja. También la portería genera dudas por el estado físico de Leo Franco y un Whalley al que se señaló en los dos goles del Mirandés. El joven portero cedido por el Real Zaragoza ha combinado azúcar y hiel y sigue sin ser bien visto por un amplio sector de la grada del Alcoraz. Anquela ha de encontrar una identidad para su Huesca y solucionar dos de las ecuaciones que dejó la pasada derrota, las del centro del campo y las bandas.
Lo de Tevenet: otra demostración de la corta memoria del fútbol. Sin apoyos claros dentro del club, la primera crisis severa se lo iba a llevar por delante. En contra de la opinión mayoritaria de los aficionados, para los que prevalecen el ascenso, la visita del Barça o el mejor arranque en Segunda División. Entre el fervor popular y la falta de adhesiones dentro, se ha preferido cortar antes de que la herida fuese más profunda. Tan respetable como amargo. ¿Acierto o error? De entrada, la contratación de Anquela sirve para cauterizar la marcha de un profesional que se ha hecho querer y respetar.
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