Estamos en verano: abramos un melón a ver si sale dulce y refrescante o ni siquiera sirve para comerlo en ensalada aliñado con vinagre. Tras la enésima remodelación del Consejo de Administración del Huesca y la posible venta que nunca llega, la gente se divide en dos formas de pensar, al menos, por lo que puede palparse en la calle y en las redes sociales, que ya forman parte del entorno azulgrana.
Están quienes piensan que hay que apoyar a quienes llegan nuevos, que al menos desde el inicio, prometen no cometer las tropelías de los anteriores. A la cabeza, Agustín Lasaosa, el mejor aval para confiar que deportiva y económicamente el equipo va a trabajar bien, luego lo de la pelotita ya es otra cosa. Sumémosle el apoyo incondicional al equipo, necesario más que nunca en otro año que parece será igual o casi igual de duro que el pasado, porque un equipo sin el apoyo de su gente, pierde toda su esencia. Quienes piensan así, tienen razón.
De otro lado están los que no perdonan, los que son incapaces de entender cómo el Huesca ha dilapidado 150 millones de euros en 6 temporadas. Los que simplemente piensan que obtener 12 millones de pérdidas en dos años es una calamidad que puede alcanzar tintes denunciables. Y quienes piensan así, también les digo que tienen razón. Nos ponemos a desglosar todo el despilfarro de este año y no hay hueco para contarlo todo, y lo que todavía no se sabe.
Además, ninguno o casi ninguno se escapa a la crítica o de ser señalado por acciones que ha llevado a cabo que han sido más para salvar su trasero que para beneficio del Huesca. Es una lástima, que hayan formado parte de la estructura laboral o en el consejo de administración, personas que lo más redondo que han visto en su vida ha sido una tableta de chocolate, y encima han pretendido dar lecciones cuando les decías que la cosa no andaba bien. Y se preguntarán ustedes: ¿por qué Brau da la razón a los unos y a los otros? Porque queridos lectores, mi opinión con respecto a este tema es que hay que mirar hacia adelante sin olvidar el pasado.
Por eso respeto a quienes les dura el cabreo y no quieran renovar su abono, pero yo soy de la opinión que cualquier abonado cuenta, y cuenta mucho. Sé que cuando nos tocan el bolsillo a nadie le agrada, más aún cuando te sigues haciendo cruces de todo lo derrochado, aunque “habían llegado a tiempo”, y “todo estaba bien.” Son 18 años con un lapsus de dos disfrutando del fútbol profesional, y a mí no me haría ninguna gracia abandonarlo. Que no sea por hacer un esfuerzo, aunque a algunos no les haga mucha gracia. En lo que a mí respecta no pienso olvidar lo pasado, pero poco más puedo hacer que denunciar públicamente las cosas realizadas o las que se vayan descubriendo.
Los que realmente sí pueden hacer algo para ponerle luz y quizá algo más a los anteriores gestores, son los que sean accionistas del club, entre los que no me incluyo. Y llegados a este punto, como si de una serie semanal por capítulos se tratara, retomaremos este tema la próxima semana, si no hay nada de más enjundia que tratar, porque si hablamos de los accionistas, habrá que girar la cabeza al máximo en primer lugar.
La semana que viene retomamos esto, pero permítanme insistir en una cosa, a costa de ser pesado y que me cuelguen alguna otra etiqueta: seguir adelante, apoyar al club y a la campaña de socios, no es incompatible con pedir responsabilidades y saber en qué se han tirado 150 millones de euros, que de esos, estoy seguro que unos cuantos han sido bien invertidos. El caso es saber, donde han ido a parar los otros.
“…poco más puedo hacer que denunciar públicamente las cosas realizadas o las que se vayan descubriendo”
pues estaría bien empezar a contar al detalle todo lo que se sabe, se sospecha y se intuye, señalando con el dedo y con nombres y apellidos, y que sea conocido por los habitantes de Huesca y cada uno pueda tomar sus medidas, como boicotear determinadas empresas, y crear un caldo de cultivo de persona non grata en la ciudad a otros que solo vienen de visita a llenar la saca. pero claro, ésta es también una ciudad de caciques y entidades publicas donde la libertad de opinión y prensa brilla por su ausencia, y repartiendo las migajas la población vive en otra realidad, otro relato
Grande Sergio Brau!. Siempre claro, certero y ecuánime en todos sus comentarios y locuciones.
A seguir dando el callo y pidiendo explicaciones.
Dolidos pero apoyando lo bueno que tenemos.
Sin el fútbol no somos nada.
VSE
No tiene nombre los sinvergüenza que pasaron por este club en los últimos años.LADRONES.
Grande mi compañero Sergio Brau.