Gabi Torralba subió el sábado al cajón más al alto del Trofeo de las Naciones celebrado en Italia. Feliz. Llegó con buenas sensaciones tras cerrar la última prueba de las Enduro World Series en Francia. De hecho tenía planificado regresar a Riglos, a su casa. Pero el chute de optimismo fue tal que cambió sus planes. Coche y con la Orbea rumbo a Liguria. “Las buenas sensaciones en Loudenville y la motivación que tenía decidí apuntarme y corrí el trofeo individual ya que no tenía puntos para correr con la selección española”, explica Torralba.
El de Riglos encapsuló el Trofeo de las Naciones como una buena prueba para seguir cogiendo confianza de cara a su siguiente compromiso: el campeonato de España. “Cuando vi el listado de inscritos me marqué el objetivo en ser Top-10 o Top-5. Eso ya hubiera sido un resultado increíble”, señaló. Torralba reconoció que el nivel del sábado era inferior a otras carreras ya que algunos pilotos primaban correr el domingo con sus selecciones que hacerlo el sábado de forma individual. “No es el mismo nivel que las Enduro World Series, algo que hay que tener claro también”, matizó el ‘rider’ de Orbea. La carrera le salió de 10.
A su favor jugó un trazado que se adaptaba como un guante a sus condiciones. “Fue muy dura y muy física”, explicó Torralba cobre una prueba que las partes superiores eran físicas y conforme se descendía se hacía más técnica. La victoria se la llevó por seis segundos. Estuvo acompañado en el podio por dos ‘rider’ italianos y “muy contento. Ni en mis mejores sueños habría podido imaginar una vuelta así al calendario de las World Series”.
La victoria le ha dado un plus de optimismo de cara al campeonato de España de enduro que se celebra en un par de semanas.