Gabi Torralba sigue con su particular idilio con el barro. Parece una maldición. Cada vez que hay una prueba de las Enduro World Series allí está esa masa formado por la tierra y el agua. Y él entrena sobre seco. Es lo que tiene ser de Riglos. Pero bueno no hay otra que acostumbrarse, que adaptarse al medio. En esta ocasión, el circuito de las EWS hace parada cerca de casa, en Altos Pirineos. Allí se abrió el jueves la Michelin EWS Loudenvielle,
El arranque fue prometedor, el ‘biker’ de Riglos se tuvo que adaptar a las circunstancias, al barro. Y su enduro era bueno. Ese que te hace bajar veloz, con buenas sensaciones, quemando metros, salvando raíces, cogiendo bien las curvas… hasta que una caída truncó lo que iba a ser un buen día. “Nos tocó bajar por un barrizal increíble. Me encontré rápido y fuerte. Estuve en el puesto 30/33 hasta que me caí en el tramo 3 y perdí mucho tiempo. Así son las carreras. Y terminé en el 42”, señala Torralba.
La Michelín EWS Loudenville sigue este fin de semana, con la esperanza de que la meteorología colabore con el ‘rider’ de Riglos que tiene el cupo sobre barro más que cubierto.