Cerrado el capítulo de EWS en Zona Zero Sobrarbe, Gabi Torralba casi no ha tenido tiempo de analizar con sosiego la mejor carrera que hasta la fecha ha hecho en la elite. El pasado domingo ni pasó por su casa familiar de Riglos. Al coche y rumbo a Italia. Allí se celebra la última prueba, la que pone el broche a las EWS 2018, la de su estreno en la elite. Es joven y ya habrá tiempo para descansar.
Eso sí, sus primeras impresiones de lo vivido en Zona Zero Sobrarbe, desde la primera especial en Laspuña hasta la última en Aínsa, han sido de puro gozo. El joven de Riglos tenía muchas ganas de ‘jugar’ en su patio de recreo desde que se supo el calendario, desde que dio las primeras pedaladas en su estreno en las EWS allá en Chile. El Sobrarbe es especial. Y ha terminado encantado con la mejor clasificación que ha tenido en la competición y sintiendo el calor de los aficionados apilados en los márgenes del trazado jaleando a todos los ‘biker’ y en especial a Torralba.
El chaval está feliz por ese cariño y desliza la pena por no corresponder a tantos ánimos. La concentración en cada especial es absoluta. Incluso cuando terminan cada tramo y hay que enlazar con el siguiente. Todo se repasa. Los fallos y los aciertos que siempre son aquello de ‘un puedo dar más’. “La verdad es que la gocé mucho. La gente animaba con la mejor de las intenciones, pero cuando estás en carrera hay que estar muy concentrado y a lo que estás, Cuando vas tan rápido y en casa quieres hacerlo aún mejor. La verdad es que todo lo viví con mucha ilusión”, señala.
Llegó Torralba a las EWS de Zona Zero Sobrarbe con el objetivo de ser Top 30. Ha sido Top 25. En concreto acabó el 23 y no lo tuvo nada fácil. “Es el mejor resultado que he hecho este año y a ese nivel los puestos están muy ajustados”, añade. Estuvo en un segundo con otros tres ‘riders’. Para el común de los mortales una nimiedad; para los pros de esto ese segundo es todo un mundo. “Estaba el 27 y el puesto 23 dependía de limar ese segundo”, explica Torralba que no puede –ni debe- disimular orgullo alguno de asomarse a los más top del competitivo enduro.
La de Sobrarbe ha sido hasta la fecha la carrera en la que más aficionados se han dado cita en el circuito de las EWS 18 y por los trazados, el trabajo de los voluntarios y las críticas recibidas tanto desde la organización de las Enduro como de los pilotos dejan la puerta abierta para ser sede en una tercera ocasión. “A nivel de senderos no tiene nada que envidiar a cualquier otro sitio y ya en 2015 fue elegida como la mejor carrera del mundo. Y seguro que este año lo vuelve a conseguir. Es que es impresionante. No sé cuando, pero seguro que en otra ocasión será sede de las EWS”, afirma el de Riglos.