HUESCA | Nuevo mes, misma ambición para el equipo Torres – Sobato. Este domingo, el conjunto aragonés volvió a destacar en una prueba emblemática como la Clásica Torredonjimeno, una cita fundamental del calendario nacional que marca el inicio de una etapa intensa de competiciones.
En este primer gran test de la primavera, la formación mostró carácter, combatividad y una excelente cohesión, cualidades que permiten soñar con un gran rendimiento en las semanas venideras.
Desde los primeros kilómetros de la Clásica Torredonjimeno, el equipo se mantuvo activo en carrera, siendo el danés Asger Paaske uno de los protagonistas iniciales gracias a su presencia en una fuga destacada. Fruto de ese esfuerzo logró imponerse en una de las metas volantes, dando visibilidad al equipo y dejando claro su gran estado de forma.
Tras su neutralización, Alberto Domens y Will Kirkham tomaron el relevo. Ambos supieron gestionar con inteligencia la parte más exigente del recorrido, quedando inicialmente rezagados tras el encadenado montañoso. Sin embargo, su determinación fue clave para enganchar con el grupo de favoritos en los kilómetros finales.
Domens firmó la 32ª posición, mientras que el equipo cerró una más que meritoria 13ª plaza por escuadras.
Palabra de Domens: “Lo importante era puntuar”
Uno de los protagonistas de la jornada, Alberto Domens, analizaba así su actuación: “El inicio de carrera ha sido relativamente tranquilo y se podía rodar bien en pelotón, pero el ritmo ha crecido en cuanto hemos llegado a los puertos. Hemos podido colocarnos bien en la aproximación, lo que ha permitido que Will y yo pasáramos esta zona cerca de los primeros. Hemos formado un grupo con más corredores, ha habido colaboración y hemos ido cazando ciclistas de camino a meta. Aunque no es mi fuerte, he intentado meterme en el sprint y así hemos logrado el objetivo de puntuar”.
Una jornada de esfuerzo colectivo y recompensa moral, que refuerza la idea de que Torres – Sobato está preparado para seguir creciendo esta temporada.