Jordi Tosas y Phipp Brugger conforman la cordada que buscará la cima virgen del Muchu Chiss, en el Karakorum paquistaní. Sale el martes rumbo a una montaña que escapa de los mediáticos ‘ochomiles’ y se adentra en el territorio donde el alpinismo, la aventura y la expedición se fusiona. Nadie la ha subido hasta ahora. Es un sietemil medio: 7.452 metros de altitud, según Wikipedia, flanqueado al norte por el glaciar Batura.
Jordi Tosas (Blanes, 1968) comparte cordada con el austriaco Philipp Bruger (agosto, 1991). “Es muy fuerte”, dice de él Tosas. El de Blanes ha hecho de Bonansa y el Valle de Benasque su casa y su particular territorio para entrenar y vivir. Allí ha plantado su bandera pirata y allí se inspira. Para conocerle mejor o entender su filosofía de vida no hay más que bucear por sus redes sociales y cómo atornilla sus sentimientos sobre lo que para muchos es un medio hostil y, para él, la vida.
Quizá por ello ha fijado su objetivo en el Muchu Chiss. En las antípodas de lo mediático; en la esencia de lo que entiende por el alpinismo, siempre en lo que denomina ‘Punky party’. Desde hace un año le rondaba por la cabeza, tanto a Tosas como a Brugger, ir a esa montaña. La pandemia por la Covid-19 ha trastocado muchas expediciones. Ahora mismo hay muy pocas cordadas. Nepal sigue cerrado. “Muy pocas expediciones han ido por allí. Ahora mismo hay unos checos que ya estuvieron el año pasado, entonces más como exploración”. Se trata de Pavel Korinnek, Pavel Bém y Jiri Janak, según recogió en tuiter, @KrisAnnapurna. Y también buscan su cima, aunque el tiempo ha jugado en su contra contra.
Hasta la fecha ha habido cuatro expediciones con intento de cima. La altura máxima a la que se ha llegado está en los 6.100 metros. Fue una cordada inglesa. “¿Motiva más porque es una cima virgen? Motiva la exploración, siempre”, dice Tosas. “Si yo la miro y la veo fácil, pero nadie ha subido quiere decir que tiene algo por allí en medio que no vemos. Toda montaña tiene un secreto y no se lo han encontrado. Han fallado expediciones en estilo pesado y en estilo alpino. Algo hay por lo que sigue virgen. Lo que hace más bella esta montaña es descubrir el secreto por el que nadie ha subido”, apuntala Tosas que con Brugger afrontarán Muchu Chiss en estilo alpino.
Escasa documentación del Muchu Chiss
La documentación sobre este 7.453 es escasa. No hay más que darse una vuelta por las redes para ver las pocas entradas que hay sobre esta montaña. La aproximación será corta, un par de días, y “me apetece mucho ir porque es el valle donde hice mi primera expedición, en 1991, con lo que ya han pasado unos cuantos años”, señala Tosas.
“El problema es la pared. Está metido en un caos brutal de glaciares colgantes. Hay una arista muy bonita que te permite meterte en medio del caos de glaciares para llegar a la arista somital. Allí vamos a depender mucho de las condiciones. Si hay hielo y nieve profunda nos va a parar. Si hay buenas condiciones, creo que es una montaña factible”. Los plazos que manejan Tosas y Brugger es que sobre el día 20 de septiembre -antes aclimatarán en un pico cercano- puedan hacer un ataque a cumbre.