Sergio Samitier y Jaime Castrillo por parte del Lizarte y Fernando Barceló con la Fundación Euskadi estarán este domingo presentes en el prestigioso Memorial Valenciaga. Se trata de una de las citas más duras e importantes del calendario nacional.
Día grande para el ciclismo amateur este domingo, ya que el primer fin de semana de abril está cada primavera reservado para una de las grandes citas de la temporada, el Memorial Valenciaga, que este año alcanza ya su cuadragésimo sexta edición. Una vez más será Eibar la ciudad que albergue la prueba vasca, cuarta cita puntuable para la Copa de España. Hasta la ciudad guipuzcoana se desplazarán los más importantes equipos nacionales de la categoría élite y sub 23, obviamente presentando a sus mejores hombres en liza.
Entre los equipos presentes estarán tanto el Lizarte como la Fundación Euskadi, y lo harán con los tres ciclistas oscenses de la categoría. Con el negro y rosa de los navarros estarán en la salida tanto Sergio Samitier, flamante líder sub 23 de la Copa de España, como Jaime Castrillo. Por su parte, la escuadra vasca contará en sus filas con Fernando Barceló. Los tres están llamados a ser importantes en el papel que sus respectivos equipos representen en la carrera. Llegan en buena forma y con la moral reforzada por los triunfos conseguidos en las últimas semanas, por lo que buscar la victoria o uno de los puestos de honor se convierte casi en una obligación para los oscenses. No será fácil porque los rivales serán muchos y de calidad, sobre todo si hablamos de “enemigos” como los Caja Rural o los Aldro de Manolo Sáiz.
El Memorial Valenciaga pasa por ser una de las pruebas más exigentes y a la vez disputadas de la Copa de España. Sus 164 kilómetros están salpicados de ascensiones, unas más exigentes que otras, pero que al final todas acaban haciendo daño. Recorre el interior de la provincia de Guipuzcoa, por lo que es fácil de imaginar que poco terreno llano se encontrarán los ciclistas. El Valenciaga puede resolverse una vez más en su parte final, esa que está reservada para el protagonismo de un puerto duro como Ixúa y la posterior ascensión a San Miguel.