ZARAGOZA | El Casademont Zaragoza ha vencido al Joventut de Badalona por 96-95 en la prórroga tras lograr el empate a 85 gracias a un auténtico triplazo de Sulejmanovic a falta de siete segundos. El equipo de Fisac fue por delante del cuadro catalán durante todo el choque, pero los visitantes fueron acortando diferencias sin perderle cara al partido, aunque un inspirado Bell-Haynes, que logró 27 puntos, 6 asistencias y 28 créditos de valoración (MVP) fue capital para lograr el segundo triunfo liguero, ante 5.478 almas que acudieron al Príncipe Felipe. Asimismo, también destacó Sulejmanovic, con 23 puntos, 11 rebotes y 25 de valoración, demostrando ser un hombre imprescindible. Por parte de los visitantes, brillaron Robertson con 24 puntos y Dotson con 18.
Porfirio apostó por alinear en su quinteto inicial a Trae Bell-Haynes, Santi Yusta, Bojan Dubljevic, Joaquín Rodríguez y Emir Sulejmanovic. Por su parte, el Joventut de Badalona salió con Yannick Kraag, Devon Dotson, Kaiser Gates, Artem Pustovyi y Guillem Vives.
El primer cuarto arrancó con una gran intensidad y con muchos puntos sobre la pista de un Príncipe Felipe que quería acabar las Fiestas del Pilar poniendo el broche de oro. Ambos equipos eran conscientes de que no iban a regalar nada y, aunque primero se adelantó el Joventut con Kraag y Gates a la cabeza, dos tiros libres anotados de Sulejmanovic abrieron la puerta al cuadro de Fisac, que fue de menos a más en este cuarto. El ala-pívot bosnio fue un huracán, apareciendo tanto en defensa, logrando 4 rebotes en este cuarto, como en ataque, convirtiendo un gran triple que dejó el luminoso en 8-8 a falta de seis minutos.
Nadie se despegaba en el luminoso, los fallos eran penalizados y entonces fue el momento en el que apareció Trae Bell–Haynes, a la postre MVP del duelo. El base canadiense anotó una buena canasta tras un robo inteligente de Dubljevic y, posteriormente, metió un apoteósico triple sobre la bocina para poner el resultado en 14-12. Tras el papelón de Bell-Haynes, Dubljevic también logró puntuar y a pesar de un triple de Ruiz (16-16), el Casademont se marchó por delante gracias a una buena canasta del propio Trae, que tras anotarla era cambiado por Spissu, que, a pesar de ser duda, tenía minutos en pista, y de calidad. En los últimos compases, Yusta anotó un triple desde fuera, haciendo parecer la maniobra fácil, aunque Vives devolvía el golpe con otro, para dejar el marcador 25-23.
En el segundo cuarto, las faltas, la intensidad y la precipitación en ataque fueron la tónica dominante. En el primer medio minuto, ninguno de los dos equipos logró convertir sus tiros, ya fueran interiores o exteriores, fruto de la gran intensidad defensiva que se veía sobre el Príncipe Felipe. Todo continuó así hasta que Slaughter logró sumar un tiro de dos al minuto y medio de cuarto, abriendo el luminoso (27-23). Bango se erigió como una figura fundamental a la hora de coger rebotes, junto a un Yoanki Mencía, que no tenía miedo a nada ni a nadie. De todas formas, Ribas hacía un elegante triple para igualar el panorama y tras unos minutos plagados de faltas, especialmente visitantes, Sulejmanovic volvió a escena para hacer un triple y volver a poner por delante al Casademont.
En la siguiente acción, Pustovyi entró a canasta tirando al suelo a Bango tras un golpe en la cara, acción por la que el coliseo zaragozano pedía antideportiva, que se quedó en personal. Igualmente, el Casademont no se dejó influir por este tipo de aspectos y continuó pico y pala en un segundo cuarto en el que tras un buen tiro de dos de Sulejmanovic puso el +7 de diferencia (34-27) a falta de cinco minutos para el descanso. Vives, que llevaba 9 puntos al momento, intentó volver a acercar a los catalanes al partido con un triple, pero Dubljevic hacía la replica con otro y obligaba a Dani Miret a pedir tiempo muerto para evitar una gran ventaja local. No obstante, poco efecto tuvo esta pausa, porque Sulejmanovic, que acabó al final de este cuarto con 16 puntos y un 19 de valoración, salió con todo, anotando seis de los siete puntos rojillos restantes con unas buenas canastas que permitieron al Casademont marcharse por delante al túnel de vestuarios 44-33.
El tercer cuarto
A diferencia del anterior cuarto, el tercero arrancó con un aluvión de puntos. Primero para los visitantes con una antideportiva de Slaughter que le permitió a Dotson sumar dos tiros libres, unidos a una canasta del propio base americano para poner el luminoso en su primer minuto 44-37. Más allá de esto, Pustovyi cometió un error fatal tras realizar una falta personal y otra técnica y fue expulsado del partido, marchándose visiblemente enfadado e impotente en una actuación para olvidar. Tras este incidente, parecía que el Casademont volvía a coger la batuta del partido para dar el golpe definitivo, con un sobresaliente Bell-Haynes, que anotaba sus tres tiros libres correspondientes y Sulejmanovic, del que ya no quedaban adjetivos, desde el triple, acumulando al momento 3/4 enchufados y 19 puntos.
A pesar de que Gates sumaba de dos y Hanga de tres, Bell-Haynes también lo hacía desde fuera del 6,75 para poner el luminoso en 53-42 a falta de siete minutos. La ventaja era amplia, pero el cuadro zaragozano no se podía permitir dormirse en los laureles. De hecho, Dotson, que acabó con 18 puntos, anotaba de dos y las faltas volvían a interrumpir el juego, que por unos momentos era un correcalles y por otros, pausa tras pausa. El Joventut jugó bien sus cartas con un Robertson que convirtió de dos, logrando poner la diferencia a cinco a falta de 4.40 minutos y metiéndose con mano de hierro en el duelo. A pesar de que el base canadiense (Trae) anotaba sus dos libres, rápidamente Robertson, el mejor visitante, también lo hacía con una buena canasta, consiguiendo seguir manteniendo la distancia a cinco. Fisac retiró a Sulejmanovic por Mencía y a Dubljevic por Bango, con vistas a tener a sus hombres más inspirados relativamente descansados en un último cuarto que sería ‘cara o cruz’.
Los cambios sirvieron de revulsivo, porque hasta dos ‘alley oops’ seguidos se produjeron para los locales, el primero de Spissu para Bango y el segundo de Bell-Haynes para González, obligando a Miret a parar el choque (61-54) a falta de dos minutos. En estos últimos compases, los pupilos de Fisac estuvieron realmente fallones y los de Miret con la muñeca afinada, logrando sumar de dos vía Tomic y Ruzic de tres, para marcharse a los últimos diez minutos 63-59. Las espadas seguían por todo lo alto.
El último cuarto arrancó de la peor forma posible para los rojillos con un gran triple de Ruzic que igualaba las cosas 63-62. La tensión se palpaba en el ambiente de un Príncipe Felipe que sabía que era el momento de poner el acelerador y animar más que nunca. Sulejmanovic, el mejor local, volvió a pista por Mencía y el pequeño resquicio en forma de ventaja llegó con un tiro de dos de Joaquín Rodríguez y una asistencia del propio escolta uruguayo para que Bango reventara el aro (67-62). El Joventut pedía tiempo muerto, porque los de Fisac se habían sabido recomponer una vez más. Tras la pausa, el Joventut despertó y vía Robertson empataba el partido a 67 rápidamente. Para mayor inri, Ruzic hizo lo propio y puso a los visitantes por delante a falta de cinco minutos y, pese a que Dubljevic lo intentaba con un espectacular triple, el propio Robertson, que terminó el duelo con 24 puntos, hacía otro tiro exterior y una buena canasta para poner el luminoso en 72-74.
El Joventut estaba dando la vuelta a la tortilla y lo confirmó cuando Tomic, también intratable, hizo un mate que seguía poniendo tierra de por medio, junto a una buena canasta de Dotson, que obligaba a Porfi a pedir tiempo muerto a falta de 2.53 para el final (74-80). Dubljevic devolvía la esperanza en forma de triple y Dotson anotaba sus libres para poner el luminoso en 77-81 a falta de minuto y medio. En los últimos instantes y a falta de 50 segundos, Tomic anotaba de dos, pero lo que no esperaba el Joventut es que Spissu hiciera un tapón de época y Sulejmanovic metiera a falta de 7 segundos para el final con un triple que hizo estallar al Príncipe Felipe, enteramente de pie, para volver a las tablas el luminoso 85-85. Con las tablas se llegó al tiempo extra. Una prórroga que estaría cargada de emociones y para la que hasta Mariona Ortíz, en primera línea de público, pedía agua, consciente de todo lo que estaba por venir.
La prórroga
El periodo extra arrancó con la misma intensidad que terminó el último cuarto. Dotson comenzaba poniendo a los visitantes por delante con un buen tiro de dos, pero rápidamente Slaughter devolvía las tablas. Robertson anotaba, también de dos, y Trae Bell-Haynes ponía por delante a los rojillos con un espectacular triple. Un tira y afloja en toda regla. No obstante, el Príncipe Felipe estaba siendo un caldero, una hoya a presión y Mencía anotaba de dos junto a un tiro libre de Sulejmanovic que entraba para poner el luminoso en 94-89 a falta de menos de dos minutos.
La estrategia de Fisac era clara: defender con Bango y Mencía, y sacar a Sulejmanovic y a Dubljevic para atacar con la posesión. Tomic anotó de tiro libre poniendo por primera vez desde el comienzo de la prórroga a los visitantes por delante, pero, a falta de menos de siete segundos, Trae Bell-Haynes se coló hasta la cocina para meter una canasta con suspense que a la postre daría el triunfo a los rojillos. Hubo tiempo muerto y el cuadro catalán dispuso de una última posesión. No la aprovechó, o mejor dicho, el Casademont realizó una defensa ejemplar. La bocina sonó y el Príncipe Felipe estalló con la segunda victoria rojilla liguera por 96-95.