Teruel y su provincia es un lugar para perderse por sus paisajes, sus pueblos y su naturaleza. Hay quien prefiere hacerlo a pie por uno de los muchos senderos que recorren la zona. Otros en coche, disfrutando de la autonomía y del camino. Y después los hay quienes prefieren saborear sus sinuosas carreteras en moto mientras disfrutan de un entorno inmejorable. La comarca del Bajo Aragón es una de las regiones que reúnen las características idóneas para estos amantes de las dos ruedas.
Quienes visitan esta pequeña Toscana aragonesa a través de carreteras secundarias, llenas de curvas y sin tráfico quedan cautivados por la tranquilidad y la belleza que se respira. Tanta es la afición que generan sus caminos y la tradición motera de sus pueblos, que algunos habitantes de las localidades vecinas decidieron, hace ya 15 años, formar una agrupación motera a la que denominaron Club Motociclista Alcañiz. A día de hoy, cuenta ya con 100 socios.
La agrupación está pensada “para disfrutar de las motos y de todo lo que está relacionado con el motor de dos ruedas”, señala el presidente, Eduardo Querol. Desde el club se organizan salidas casi todos los domingos, tanto por la zona como por fuera de la comarca y de la provincia.
Ruta Bóvedas del Frío
“Las actividades que organizamos son de todo tipo, algunas salidas son para ver y conocer el territorio, otras para disfrutar de las carreteras y otras simplemente por pasar un buen rato con amigos e ir a almorzar todos juntos”, explica Querol. Precisamente, en el Bajo Aragón existen varias rutas que permiten conocer mejor esta tierra y disfrutar de sus atractivos turísticos. Una de ellas es la de las Bóvedas del Frío, de marcado carácter histórico. Este recorrido temático de aproximadamente 127 kilómetros de largo es una rehabilitación de una serie de neveras construidas en la zona del Bajo Aragón durante los siglos XVI y XVII.
Estas neveras son únicas por sus dimensiones y su construcción peculiar. Mediante una llamativa puesta en escena apoyada por iluminación, música y locuciones, el visitante puede conocer la forma en que se construyó la bóveda de las neveras, la finalidad que tenía como receptáculo de almacenamiento, cómo se transportaba la nieve hasta ellas y los usos más comunes de las mismas.
Habitualmente el recorrido se inicia en Alcañiz y finaliza en La Mata de Los Olmos, aunque puede hacerse al contrario. La ruta original se divide en seis tramos de corta distancia que permite visitar las neveras y también las localidades de Valdealgorfa, Belmonte de San José, La Cañada de Verich, La Ginebrosa, Aguaviva y Calanda.
Corazón del Bajo Aragón
Este recorrido muestra a quien lo realiza las entrañas del Bajo Aragón. El valle del Mezquín, por ejemplo, una tierra de olivos famosa por elaborar aceites de gran calidad que cuentan con el sello de Denominación de Origen. La zona cuenta con una amplia oferta de ocio, cultura, deporte y turismo rural, con una situación inmejorable en pleno corazón del Bajo Aragón: entre los Puertos de la Reserva Nacional de Beceite y las primeras estribaciones del Maestrazgo.
Además algunas localidades por donde discurre la ruta cuentan con espacios de gran interés turístico como el molino de aceite de La Cañada de Verich, que ha pasado a ser un museo donde se explica el proceso de elaboración del aceite de oliva así como la historia de su producción o Calanda, donde además de visitar su nevera, una parada obligatoria es el Centro Buñuel, una recreación del universo surrealista del maestro cineasta, Luis Buñuel.