El Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca se miden en El Alcoraz en la fiesta del fútbol aragonés. El calendario, siempre caprichoso, vuelve a situar el partido en días señalados. Los dos equipos se han acostumbrado a morir y vivir dos veces en la temporada. Y el chiste fácil se presta en este domingo de fútbol y de resurrección. Huesca y Zaragoza son el perfecto ejemplo de una liga irregular, que ofrece segundas y terceras oportunidades.
El mercado invernal mejoró al Huesca, que acumula 10 de los últimos 12 puntos en juego. Pulido es el líder espirtitual del equipo y Seoane el mejor solista del grupo. Quizá, desde fuera, se percibe la impresión de que no se valora lo suficiente el curso del madrileño. Y es un error sin demasiados precedentes. Los números de Seoane son los de un fuoriclasse (12 goles y 4 asistencias). Además posee sentido de la oportunidad, carisma y el don de la sorpresa. Xisco Muñoz le rodeará hoy con talento individual y vértigo en sus costados. Gerard Valentín y Marc Mateu llenarán el partido de desborde y de centro.
El Zaragoza, por su parte, tiene otras virtudes: su fútbol es más coral, su fuerza reside en el colectivo y en su capacidad de supervivencia. El equipo de JIM ha llegado al tramo definitivo de la competición en su mejor punto de forma. A través de los four amigos y de una cantera en la que creer para hoy y para lo que viene. Más maduro, el Zaragoza se ha convertido en un especialista en las grandes citas. Ese atributo siempre formó parte de su historia y se repite en un equipo casi siempre imprevisible. El Zaragoza siempre fue mejor ante los poderosos y perezoso ante los más débiles. Y el Huesca, por mucho que en el balance general del curso esté por debajo de las expectativas, es también un referente en la categoría. Y, quizá por eso, el rival propicio para el Zaragoza.
Huesca y Zaragoza se enfrentan en un partido que puede cambiarlo todo. En el duelo se mezclan los ingredientes habituales: fútbol, tensión, nervios y un deseo irrefrenable de vencer al vecino y de hacerlo casi a toda costa. Los dos equipos han trazado caminos paralelos y creen en cambiar los pronósticos. Hoy buscan acercarse a un playoff que no se acaricia con las manos sino con los sueños.
En el traje de las grandes citas caben también las últimas balas de la recámara.