ZARAGOZA | Este 2024 ha sido un año de vivencias y contrastes, pero sobre todo de estabilidad para el Casademont Zaragoza, tanto en su equipo masculino como femenino. Ambas escuadras han tenido tiempo en estos 365 días de hincar la rodilla, levantarse, y saborear las mieles de la victoria, a las que el club aragonés se ha acostumbrado con el tiempo.
En el caso del equipo dirigido por Porfirio Fisac, el curso 2023/24 fue realmente dubitativo, acabando en un digno 12º puesto en el que prácticamente estuvieron inmersos toda la temporada. Sin embargo, este 2024/25 ha empezado con una tónica diferente, con unos rojillos que disputaron una primera parte del trayecto sobresaliente, con 8 triunfos y 5 derrotas ligueras. En FIBA Europe Cup, tras caer en cuartos ante el Chemnitz alemán en marzo, el equipo ha vuelto a la competición con todas las de la ley, disputando la segunda fase del torneo, con 1 triunfo y 1 derrota actualmente.
El 2024 arrancó para los rojillos con un duelo ante Girona el día de Reyes (81-74) para seguir ampliando este buen momento en la segunda fase de la FIBA Europe Cup en la que estaban inmersos, ante Manisa (65-68). No obstante, las costuras se le empezaron a ver a un equipo que acumuló hasta tres derrotas ligueras y un traspiés en Europa, frente a Nymburk (70-64). Los duelos perdidos contra Bilbao, Valencia y Joventut colocaron a los rojillos en el undécimo puesto con 8 triunfos y 12 derrotas al acabar el primer mes de año. Febrero fue un mes efímero en cuanto a competición se refiere y el Casademont Zaragoza solamente disputó tres partidos. Dos de ellos los ganó, ante Breogán (63-61) y contra Manisa en la vuelta de la FIBA Europe Cup (88-71). No obstante, mordieron el polvo contra Tenerife (100-106).
Todos los duelos que no se jugaron en el segundo mes del año llegaron en marzo. Y es que los de Fisac disputaron hasta 8 partidos entre Europa y competición doméstica que les afectó en lo físico. Tras una dura derrota en casa del Barça (109-68) y otra en el Felipe ante el Chemnitz en la ida de los cuartos de la FIBA Europe Cup (64-98), las cosas no mejoraron, porque Gran Canaria vapuleó al cuadro maño a domicilio (111-85) y el propio Chemnitz eliminó del torneo europeo al Casademont Zaragoza definitivamente (102-86). Tras la mala racha, acabó llegando un triunfo que venía como agua de mayo, entre Andorra (85-80) y Baskonia (102-94), para ascender al duodécimo puesto. En abril, y aunque el Casademont ya estaba plenamente centrado en mantenerse en la ACB, solamente se logró un triunfo, ante Obradoiro (98-79). Los de Fisac terminaron la temporada en el duodécimo puesto.
Los meses de julio y agosto fue tiempo para la planificación y especialmente para el cambio de cromos. Durante el periodo veraniego, Jaime Fernández, Marco Spissu, AJ Slaughter, Joaquín Rodríguez, Bojan Dubljevic y Jilson Bango llegaron al club. Asimismo, se marcharon Borisa Simanic, Mitchell Watt, Thad McFadden, Rati, Kravic, Mark Smith, Didac Cuevas, Rati Andronikashvili y Finn Delany.
Tras varios amistosos, en octubre volvió la competición y lo hizo por la puerta grande con un partidazo contra Lleida en el que los de Fisac se llevaron el gato al agua en la prórroga (101-91), cosa que no pudo suceder ante el Real Madrid (101-95) a domicilio. Llegó el reestreno en FIBA Europe Cup, competición en la que los rojillos no decepcionaron y vencieron por un contundente 106-84 al Bursaspor. Tras otra ajustada prórroga frente a Joventut (96-95), el cansancio empezó a ser patente, y el Casademont mordió el polvo en Europa contra Levice (96-80) y frente a UCAM Murcia en ACB (88-74). Este mes fue realmente exigente para los rojillos que todavía disputaron tres duelos más, ante Anorthosis (92-77), ante Coruña, cuando el equipo dijo basta y cayó por 110-86 contra un recién ascendido, y en la victoria ante Bursaspor (87-89), que permitió al cuadro zaragozano dar un paso de gigante hacia la siguiente fase.
Así, el cuadro dirigido por Fisac empezó noviembre con 2 triunfos y 3 derrotas en Liga Endesa que quería cambiar cuanto antes para ascender del inexplicable decimocuarto puesto. Los rojillos se remangaron y lograron estabilizar el rumbo con un triunfo liguero ante Breogán que daba aire (111-53). A pesar de que se cayera en Valencia (111-82), el Casademont venció al Baskonia y a Bilbao y entró en el mes de diciembre con 5 triunfos y 4 derrotas merecedoras del noveno puesto. Asimismo, en FIBA Europe Cup se adjudicó el pase a la siguiente ronda tras vencer a Levice (92-71) y a Anorthosis (76-83) y ya esperaba al Oporto, al que vencieron (86-70). Una de las asignaturas pendientes, ganar fuera de casa, fue aprobada ante Andorra (79-86) y, a pesar de caer frente a Maroussi (104-95) en Europa, la locura llegó al Príncipe Felipe en el duelo ante el Barça, cuando el equipo se dio un festín (108-95). Finalmente, la derrota ante Gran Canaria (96-94) y el triunfo ante el colista Básquet Girona (96-68) -contra el que también empezaron el año- cerraron un convulso año 2024 con broche de oro y las mejores sensaciones para el 2025.
Bien empieza lo que bien acaba para el femenino
Por su parte, el equipo femenino, dirigido por Carlos Cantero, ha tenido otras cotas en este 2024. El cuadro rojillo ha logrado instaurarse como uno de los pilares fundamentales del baloncesto español. Y es que, en el pasado curso, las rojillas dieron la cara en Euroliga, cayendo en cuartos, al igual que en la Copa de la Reina, torneo en el que solamente les pudo vencer el Valencia Basket en la final (77-53). Finalmente, en Liga, el Casademont puso el punto y final a la temporada cayendo en semifinales del playoff. Ya en el curso 2024/25, las zaragozanas ostentan actualmente el cuarto puesto en solitario, tras 10 victorias y 4 derrotas que las hacen merecedoras de estar clasificadas para la Copa de la Reina como cabezas de serie. En Euroliga, el conjunto aragonés se encuentra más que vivo con 5 triunfos y 3 derrotas en la complicada e igualada segunda fase del torneo más importante de clubs del Viejo Continente.
El año comenzó con el equipo realmente sólido, aunque con un tropiezo ante Ensino Lugo (66-80), que a la postre se cubrió con hasta dos victorias consecutivas ligueras, que puso al Casademont Zaragoza segundo en la tabla. A pesar de que en Euroliga se venciera al Lyon (63-60), la cara amarga volvió con el Valencia Basket (85-56) y frente a Familia Schio (79-59), que dejaba en juego la clasificación a los cuartos de final en el Príncipe Felipe. Momento que llegó el 30 de enero, cuando el Casademont Zaragoza tiró la puerta abajo venciendo al Lublin por 96-49 y se coló entre los ocho mejores equipos de Europa.
Así, febrero arrancó de nuevo con el cruel Valencia Basket, que volvía a vencer en La Fonteta al Casademont (60-47), ahora en Liga, y con un Uni Girona que mordía el polvo ante las de Cantero (50-60). Llegó mitad de mes y volvió la Euroliga, ante un Mersin que acabaría eliminando a la postre a las rojillas de la competición. Tras secarse las lagrimas, las zaragozanas disputaron la Copa de la Reina, venciendo cómodamente a Ferrol en cuartos, vengándose de Perfumerías Avenida en semifinales, pero cayendo en la final contra el de siempre, Valencia Basket (77-53).
Esta derrota sirvió para enrabietar a un Casademont que ganó hasta 5 encuentros consecutivos en Liga, liderados por Leo Fiebich, Vega Gimeno y Mariona Ortiz, y colarse como terceras en unos playoffs que, como todos los cursos, se antojaban de infarto. Llegaron los días finales de abril, y el Casademont Zaragoza se enfrentó a un Movistar Estudiantes que no dio su brazo a torcer en la ida (74-65), pero sí en la vuelta (62-47). Fue entonces el momento de mirar al miedo a los ojos, porque llegaba Valencia Basket con la guadaña en las semifinales. No obstante, el guion de la película fue el mismo y el gran equipo confeccionado por Rubén Burgos se llevó ambos duelos (53-80 y 80-60) y la postre el título liguero ante Avenida. Así, con Leo Fiebich como MVP de la Liga Femenina Endesa por segundo año consecutivo y Mariona Ortiz como MVP nacional, Casademont dio por finalizada su temporada 2023/24.
Tras el gran curso disputado, en el que Casademont Zaragoza luchó por los tres principales torneos a los que aspiraba, el equipo sufrió una gran cantidad de bajas. Algunas de ellas fueron realmente sensibles como la de Leo Fiebich, que se marchó para Estados Unidos, o Vega Gimeno, que se retiró oficialmente de las pistas. Asimismo, Petra Holesinska, Aleksa Gulbe, la incombustible Serena-Lynn Geldof, Christelle Diallo y Khayla Pointer, también hicieron las maletas. Por contra, llegaron jugadoras que a la larga harían disfrutar, y mucho, a la Marea Roja. Ellas fueron: Helena Pueyo; Laia Flores; Miroslava Mistinova; Stephanie Mawuli; Melisa Brcaninovic; Ellen Nystrom y Markeisha Gatling, que volvía tras su retiro. Tras varios amistosos entre finales de agosto y mediados de septiembre, volvió la competición oficial para el cuadro dirigido por Cantero, que había renovado muchas piezas y quería ver qué tal encajaban.
Las rojillas lograron su clasificación a la Euroliga venciendo cómodamente al Constanta (57-75 y 71-52) y arrancaron el curso doméstico con la Supercopa en la que vencieron al subcampeón liguero, el Perfumerías Avenida (60-65), y cayeron ante el campeón, el Valencia Basket, que no perdonó (60-84). Llegó octubre y con ello la primera fase de la Euroliga Femenina en la que el equipo venció al Polkowice (76-73) y cayó frente al campeón, el Fenerbahçe (84-64) en un encuentro más que digno. Volviendo a la Liga, las de Cantero vencieron a Gran Canaria (47-87), pero tuvieron un doloroso tropiezo ante el Araski (83-75) en uno de los peores partidos rojillos que se recuerdan de todo el año. Finalmente, el equipo enlazó hasta dos victorias ligueras y dos europeas, que le dieron el pase a la segunda fase, para cerrar octubre con una sonrisa en la cara, con 3 triunfos y 1 derrota en Europa y terceras en Liga con mismos números. Asimismo, llegó al equipo Dalma Czukor.
El mes de noviembre no fue para nada sencillo para un Casademont al que empezaron a aflorarle las dudas. Tanto en resultados como en algunas jugadoras de la plantilla que no terminaban de dar un paso adelante que se mantuviera en el tiempo. Los credenciales en este mes fueron realmente malos en Liga, con un triunfo y tres derrotas, y decentes en Europa, con una aceptable derrota ante el Fenerbahçe (69-80) y un triunfo ante el subcampeón del torneo, el Villeneuve francés (68-59). La mala racha liguera (4 triunfos y 4 derrotas) hizo caer al equipo hasta un octavo lugar en el que hacía tiempo que no se encontraba.
Sin embargo, llegó diciembre y llegó la estabilidad. También la escolta francesa Marie Mané que encajó como anillo al dedo en el equipo en los hasta ocho partidos que se disputaron en 31 días. Este último mes fue para el recuerdo, pues se consiguió enderezar el rumbo venciendo seis duelos consecutivos en Liga y cayendo solamente en uno, ante el siempre complicado Valencia Basket en Euroliga (90-82). Estos triunfos en competición doméstica permitieron a Cantero ascender hasta el actual cuarto puesto en solitario, del que ya no se mueven, y que les otorga, con la última victoria frente a Cadí La Seu (60-70) ser cabezas de serie para la Copa de la Reina que llegará a su propia casa en marzo.