El Córdoba FC será equipo de 2º B la temporada que viene a no ser que se obre un milagro. Otro, aún más mágico que el anterior. Y es que los verdiblancos protagonizaron el año pasado una de las remontadas más heroícas que se recuerdan. Sin embargo, no parece que este año vaya a contar con dichos poderes.
1 victoria en los últimos 10 partidos
Tras un solo punto de los últimos nueve y una sola victoria en diez partidos el Córdoba recibirá al Real Zaragoza con la necesidad de sacar su orgullo. Su último partido en el Arcángel acabó 0-4 ante un Lugo que se ha metido en descenso esta última jornada. El equipo de Rafa Navarro viene en una dinámica totalmente tóxica.
67 goles encajados
A los datos ya comentados se le añaden los 67 goles en contra que ha recibido. Una estadística terrorífica y mortal que hacen imposible a cualquier equipo competir. A pesar de que en ataque las cosas no funcionan mal (41 goles a favor, 3 más que el Zaragoza) su defensa les condenan. Son más de 20 goles de diferencia con el resto de equipos vivos en la agónica lucha por la salvación. Sus partidos tienden a ser un intercambio de golpes. Como la pasada jornada, 3-3 ante el Oviedo que significó la destitución de Anquela como entrenador del equipo asturiano.
La ausencia de presión puede jugar a su favor
Por ello el Córdoba, a pesar de que todavía quedan 7 jornadas, lo tiene practicamente imposible. No obstante esa sensación de tenerlo todo perdido puede jugar a su favor. La evaporación de la presión social puede encender a varios futbolistas de un equipo que como hemos añadido, tiene algunas bazas arriba. El conocido ex-zaragocista Jaime Romero y los veteranos Piovocari, Alfaro y De Las Cuevas puede que despierten su orgullo herido tras esta temporada nefasta.
De todos modos es un partido que el Real Zaragoza debe ganar sí o sí. En el partido de la primera vuelta, el equipo por entonces de Lucas Alcaraz fue incapaz de hacerlo. Un anodino y soporífero 0-0 en el que los aragoneses no fueron capaces de superar un arco bastante endeble durante la temporada. Los hombres de Victor, al igual que lo fue el partido ante el Nástic, tienen una obligación. Todo lo que no sea ganar a un equipo hundido en la tabla sería un punto de duda que agravaría aun más la ya preocupante situación del Real Zaragoza.