La décima edición del ultra trail Guara Somontano ha sido una fiesta de este deporte y un reguero de corredores que no pudieron ser ‘finisher’, especialmente, en alguna las tres pruebas disputadas el pasado sábado. El calor pasó factura sobre un territorio donde la piedra es protagonista. La combinación fue demoledora. De los 315 atletas que tomaron la salida el sábado a las 6.00 para afrontar los 102 kilómetros y 5.000 metros de desnivel del recorrido, 96 se tuvieron que retirar. Las otras dos pruebas con salida en ese sábado –Long Trail y Trail de 52 y 38 kilómetros, respectivamente- también hubo un importante número de abandonos. Así de los 900 corredores de las tres carreras, 200 se retiraron antes de tiempo. ¿La razón? “Ha habido calor, pero muy poca humedad y escaso aire. En resumen, bochorno”, explica Pau Jordán uno de los responsables de la organización de una carrera que deja números fabulosos para la comarca del Somontano. Además, otro factor que desliza Jordán para explicar los abandonos es que hay quien todavía no sabe qué significa correr por montaña y enfrentarse a distancias más que respetables.
El análisis de lo sucedido en esta décima edición se hará más adelante, de forma pausada, sin la tensión propia del cansancio producto de tres días muy intensos en el Somontano ni tras el momento fresco de la fiesta vivida a los pies de la Colegiata –punto de salida de las cuatro carreras- en la entrega de premios. Lo evidente es lo que se desprende de los números gruesos. La presencia de 1.400 corredores, el euro de cada inscripción que se dona a la Asociación’ Izas, la princesa guisante’, la presencia de corredores de todas las comunidades autónomas, de corredores de 24 nacionalidades lo que le da un carácter internacional, del cartel de lleno en casi la totalidad de los establecimientos hoteleros de la comarca, de ser una prueba vital en el circuito de la Spain Ultra Cup y de las ‘cajas’ hechas en los establecimientos de la zona. “Estamos muy contentos la verdad y pocos pensarían hace quince años cuando empezó esto del trail runing o hace diez con la primera edición de esta carrera, que este deporte sea uno de los motores que aportan valor añadido a la zona”, explica Pau Jordán. “El efecto multiplicador que tiene el trailruning es importante”, señala Pau Jordán.
En el plano deportivo, la principal preocupación de la organización descansó en que cada corredor se marchará de Guara Somontano con una sonrisa, que se vaya “deseando volver” y que explique a sus amigos “lo que ha vivido aquí. Al fin y al cabo las cosas importantes de este deporte son las vivencias, compartirlas y mientras sepamos mantener esto, este deporte tiene mucho recorrido”, recalca Pau Jordán. En esta línea, Pau Jordán permaneció en meta interesándose por los ‘finisher’ y departió durante unos minutos con el último clasificado de la ultra trail, Ramiro Domínguez Darsie, que entró después danzar por la sierra de Guara durante 24h38m55s. Lo hablado quedó entre ellos.
El rock and roll de las carreras de la Guara Somontano se vivió el sábado. Impresionante. El tinerfeño José David Lutzardo era uno de los favoritos y cumplió el pronóstico para repetir triunfo en la carrera más exigente. Ganó en la edición de 2016, ha hecho lo propio en la de 2018. Los 102 kilómetros y casi 5.000 metros de desnivel positivo los ha recorrido en 11h21m20s. La victoria, además, le da el triunfo en la Spain Ultra Cup. Y el canario estaba inmensamente feliz. Ha mantenido un bonito duelo durante un centenar de kilómetros con el irundarra Aitor Leal que después de 6 años regresaba a competiciones de este calibre. El vasco ha dominado durante toda la prueba, pero tras el penúltimo paso se equivocó en la ruta el tiempo justo para que el canario se quedara con el triunfo. Cosas de carrera.
David Lutzardo era un mar de lágrimas de emoción tras cruzar la meta. No era para menos. Se sabía el terreno. Lo había estudiado con detalle. Cada subida, cada bajada. Hasta llevaba una pequeña chuleta de apoyo. Pero por mucho que planifiques, la carrera es luego otra cosa. Y entró en meta con los índices señalando al cielo, porque el triunfo lo tenía muy repartido: para sus padres fallecidos –“siempre me acuerdo de ellos, de Azucena y de Domingo”- y para su chica con sus dos críos que le esperaban tras la meta. “Sabía que la carrera desde Otín había que apretar, estar adelante y sufrir”, indicó.
Con experiencia en distancias tan exigentes, su planteamiento era el de ir tranquilo y hacer su carrera, sin volverse loco. “Me puse segundo con Dani Aguirre antes de llegar a Rodellar. Luego ya fui solo e iba preguntando referencias con Aitor para ver si le recortaba”, indicó. El corredor de Sport HG-AML Sport, también valoró las distancias abiertas con quienes está en disputa por la Spain Ultra Cup. Acabar por delante de ellos le daba un colchón de seguridad para la próxima cita, la Haría Extreme; ganar, la victoria de la competición. Y así fue, la Spain Ultra Cup ya es suya.
Compartió liderato temporal con Aitor Leal y el vasco se le fue en la subida a Radiquero. “Vi que no le podía alcanzar, me sacaba dos minutos y me daba por satisfecho con el segundo puesto. La sorpresa ha ido cuando al entrar en Alquézar me han dicho que iba primero. Ha sido una gran alegría y una pena por Aitor que se ha perdido. Son cosas de la carrera. Y estoy inmensamente feliz”, señaló. Y en una tierra como la del Somontano seguro que la celebración tendrá vino y una buena carne.
Aitor Leal no disimuló su malestar por ese extravío que le costó la carrera. Eso sí, pronto lo acotó. “En media hora ya estaré contento por lo hecho, pero bueno… Sabía que David estaba cerca y me quedaban dos kilómetros. Ahora estoy cabreado, pero bueno, David también ha hecho un carrerón”, dijo. Su regreso a la competición y de esta manera sí que le deja un buen sabor de boca a este irundarra, nacido en 1975, entrenador y que ahora está acabando Nutrición. Guara Somontano era “una prueba de fuego” cumplida con nota. “Quería regalar la victoria a mis aitas (padres en euskera), no ha podido ser, pero bueno, estamos”, señaló.
En chicas ganó Gemma Arenas. Tuvo un traspié importante al poco de salir e incluso se planteó abandonar. Pero la manchega de Almagro siguió. Así explicaba su incidente: “Me he caído, pero no ha sido herida. Lo único que me ha salido un huevo en la rodilla y no la puedo doblar. He pasado 10 kilómetros pachucha, pero como estaba en caliente he seguido. Ha sido una cuestión de cabeza”. La única referencia con sus perseguidoras -Leyre Martínez y Anna Constantin- la ha tenido en el kilómetro 65 y era de 35 minutos de diferencia a su favor lo que le ha permitido enfocar los últimos tramos con más tranquilidad. Subrayó que venía con el objetivo de ganar, pero con toda la cautela que significa enfrentarse a una distancia así “y a un terreno tan duro como el de Guara, que es también muy bello”. La victoria en Guara se suma a la de Peñalara con lo que abre su candidatura a la victoria en la Haría Extreme con Magdalena Laczak que lleva dos primeros también”. Trabajadora en una empresa de transformadores, esta ha sido su primera participación en la Guara Somontano y su marido, también corrió, en esta ocasión en la Long Trail.
La otra gran carrera de este fin de semana del ultra trail Guara Somontano fue la Long Trail con sus 52 kilómetros y más de 3.000 metros de desnivel positivo ‘devorados’ por el segoviano David López y por la belga afincada en Canarias Dominique Van Mechgelen. Un recorrido dende El Muro, tramo de 750 metros de desnivel que se levanta sobre poco más de 1,5 kilómetros, se le atraganta a más de uno.
Valedera, también, para la Spain Ultra Cup, la prueba ha notado esos nervios de los más ‘pros’ en la salida porque las posibilidades de ganar el título se agotan. Tal solo queda ya la bala de la Haría Extreme. En la meta, David López (Segovia, 1982) –de saga de grandes corredores por montaña donde su primo ha sido varias veces campeón de España- lo dejó claro: “Deseaba la victoria, aunque no venía a por ella. He luchado con todas mis ganas para conseguirla. Era la primera vez que venía, aunque conocía la zona de hacer algún barranco y de estar con la familia, pero nada más”. El Muro lo salvó bien al estar entrenado por la sierra de Madrid que presenta algún perfil similar. “Me he guardado (fuerzas) hasta llegar allí donde he cambiado el ritmo y he disfrutado mucho”, indicó David López quien, además, es preparador físico.
El segoviano ha hecho una buena parte de la carrera en soledad, aunque sentía al que a la postre fue segundo cerca. El canario Alejandro Mayor estuvo allí, pero el segoviano lo controló. “Correr con alguien detrás obliga a estar muy seguro de uno mismo; cuando se arrimaba yo apretaba. Esto es mucho de cabeza, no solo de físico”. Ahora, su objetivo es llevarse la Spain Ultra Cup.
Alejandro Mayor apretó al segoviano y estaba feliz por conseguir la segunda plaza, aunque confesó que esperaba algo más de dureza. Tuvo un problema ya que se cayó en el kilómetro 13 y su rodilla derecha llevaba el signo evidente del trastazo, aunque en ningún caso se escudó en ello. Natural de la localidad canaria de Galdar, nacido en 1993, participar en este tipo de carreras implica un fuerte desembolso para un chaval que trabaja de operario de máquinas en una fábrica de envasado de agua por lo que estar aquí “me supone mucho y cogerme días de vacaciones”. Su objetivo es participar en el campeonato de España de diciembre, en el Falco Trail, por lo que espera contar con el apoyo de la organización para ver si recibe una invitación a la carrera.
El canario de Ingenio, Carmelo González, cerró el pódium de la modalidad Long. Llegó al trail desde el balonmano. Dejó de ser extremo derecho, pero la familia, con arraigo por las carreras de montaña, terminó por convencerle para calzarse otras zapas y dejar la redonda. “Venía buscando este resultado y salió tal como lo planeé. Voy bien situado en la Ultra Cup y necesitaba puntuar. La verdad es que me salió todo como lo tenía previsto”, dijo.
En chicas, la belga afincada en Canarias Dominique Van Mechgelen entró en la meta esprintando. Nadie diría que en sus piernas y cabeza llevara más de 50 kilómetros. Tremendo. Aún después de las fotos de rigor volvió sobre sus pasos para fundirse en un gran abrazo con su entrenador. Paró el crono en 5h53m36s. Y sus declaraciones fueron claras: “Quería decir bien alto y claro que aquí estoy. Y es lo que he hecho”. El recorrido lo valoró de muy “técnico”, con muchos toboganes y feliz de ganar a la campeona de España. “Ha sido muy emocionante”, dijo. El Muro le gustó porque es un tramo duro, “de los que me gustan”.
Si Van Mechgelen era la cara de la moneda, Mónica Vives era la cruz. Fue segunda y lo encajó con una autocrítica brutal: “Me sabe a derrota total. No he gestionado bien la carrera. He tenido a Dominque pegada atrás hasta el kilómetro 30 y me he preocupado más por ella que por hacer mis cosas. He acabado reventando. He muerto de piernas. Creo –se rió- que me las he dejado en El Muro y lego la cabeza ya no quería”. El liderato de la Spain Ultra Cup se decidirá en la Haría Extreme. Allí Mónica espera arrebatar a Dominique el primer puesto que la belga afincada en Canarias querrá evitar.
En la distancia de los 38 kilómetros, un valenciano de Marines se llevó el título. Daniel Alambiaga firmó un tiempo de 3h37m54s y en meta le esperaba su chica, Esther Peris, que este domingo corre la prueba de 14 kilómetros. Entró en meta como si nada, saludando y dando las gracias. “Es que disfruto mucho de la montaña. La carrera está muy bien, vistas espectaculares, con los voluntarios en los sitios claves, un paisaje bellísimo… perfecta”, dijo. El salto a distancias mayores lo evita. Al menos de momento. Y lo hace aplicando la lógica: “Son palabras mayores. El salto ya lo daremos más adelante, pero es que no hay que perder el respeto a esos kilómetros”.
En chicas, el triunfo fue para Lola Peñarrocha. Estaba feliz tras los casi 40 kilómetro. La castellonense ya la ganó en 2014 y dijo que en esta edición se encontró falta de ritmo. “Como he vuelto a ser mamá, hace 8 meses, quizá ha sido por eso”, explicó con una gran sonrisa. Su chico, Javi, se quedó al frente de la chavalería en la autocaravana. “Cuando he pasado al lado de la autocaravana he escuchado a una berrear y he gritado ‘Javi, pero qué haces’”, y siguió riendo. Ya más seria dijo que “me gusta mucho este circuito. El terreno se parece a Castellón y lo conozco bien”.
El domingo fue la Trail Alquézar, una prueba de 14 kilómetros para acercarse a lo que es el trail, para ir en unos casos sumando experiencias para progresar a distancias mayores y, en otros casos, para cerciorarse de que en esta distancia y por montaña también se puede ser feliz. En chicos ganó Eneko Trinche con un tiempo de 1h12m46s y en chicas la vencedora fue María de la Torre con 1h34m25s.
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