ZARAGOZA-HUESCA | Los estados de ánimo marcan la decimoquinta edición del derbi aragonés entre el Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca. En esta fiesta del fútbol aragonés muchas variantes pueden marcarlo todo. En La Romareda y El Alcoraz el derbi siempre será una cita señalada. Si en otros cursos ha habido en juego cosas más importantes que la honra, como en el 2018 y 2020 en los que se jugaron el ascenso, este curso está en liza el factor mental. Los locales están más tocados que nunca. El proyecto de Escribá se tambalea mientras que en el Huesca ya pasaron esa fase y ahora parece que llegan los primeros brotes verdes con Hidalgo en el banquillo. Los dos han adoctrinado desde la sala de prensa, Escribá diciendo que no todo está tan mal e Hidalgo que no está tan bien. Dos visiones diferentes que en un derbi tienden a igualarse por la motivación extra que reina en este tipo de encuentros.
Semana difícil en Zaragoza
La eliminación copera es un bache difícil de superar para el Real Zaragoza, una maldición consecutiva. Perdió ante el Atzeneta y toda la afición cuestiona al técnico, que se reafirmó a sí mismo en las dos ruedas de prensa que llegaron después. El silencio de sus superiores contrasta con la voz del Escribá, desgastada en el tiempo y en las formas, al que solo le queda ya defenderse a sí mismo.
En un clima áspero, el Huesca es quizá el mejor rival para calmar los ánimos, para encontrar una tregua en La Romareda. Sobre todo si el equipo sabe mandar desde el inicio, gobernar las reglas del juego. Y, quizá, por encima de todas las cosas: pegar primero. En ese plan, en el que puede ser el último examen de Escribá solo vale una apuesta por el fútbol, por la calidad que proyectan Marc Aguado, Francho Serrano y toda su compañía. Para el Zaragoza, cuesta encontrar otro duelo más importante que el que viene, el que puede ser su partido de la verdad. El choque será una frontera y también un volcán en llamas.
El cambio de impresiones en Huesca
Por su lado, el Huesca llega al derbi en el mejor momento de su peor temporada en Segunda División. Tras tocar fondo con Ziganda, Hidalgo está sacando el poco potencial que tienen los azulgranas y en su último partido se vio a un equipo irreconocible. La principal duda en tierras altoaragonesas es si eso tendrá continuidad o no en La Romareda. Ante el Espanyol hubo dos nombres propios: Valentín y Pulido. El jugador de banda es la estrella del Huesca y el sistema está ideado para que pueda lucir de la mejor manera en la banda derecha. Valentín fue el mejor ante el Espanyol, pero el más decisivo fue Pulido. El capitán de los visitantes se inventó una jugada de fútbol sala para asistir a Vilarrasa. Un genio que es capaz de lo mejor y de lo peor, como la pasada temporada en el derbi de El Alcoraz cuando fue expulsado a los 20 minutos.
Las buenas y las malas sensaciones se enfrentan en un partido en el que la diferencia en las plantillas es ostensible. La llegada de Jorge Más ha cambiado el panorama del Real Zaragoza, confeccionando uno de los planteles más importantes de la categoría. En Huesca esperan a su tocayo, pero con apellido Costa. La llegada de fondos de inversión está cambiando el fútbol y en el inicio de temporada se observó que había cambiado a los blanquillos. Ahora en El Alcoraz esperan algo similar, pero antes de llegar a eso tienen que salvar la categoría con uñas y dientes. El desembarco de Costa parece inminente, pero este derbi lo jugarán los oscenses sin el respaldo económico y los cambios que llegarán con los nuevos dueños del club. Unas modificaciones que han sentado bien en La Romareda, aunque queda claro que no todo es dinero.
Posibles alineaciones
REAL ZARAGOZA: Dani Rebollo; Andrés Borge, Lluís López, Jair Amador, Quentin Lecoeuche; Jaume Grau, Marc Aguado, Francho Serrano, Germán Valera, Maikel Mesa; Iván Azón.
SD HUESCA: Álvaro; Valentín, Nieto, Pulido, Blasco, Loureiro; Sielva, Hashimoto, Javi Martínez; Joaq1uín y Obeng.