El empate entre la SD Huesca y el Real Zaragoza deja la sensación de que acaba la temporada para ambos equipos. Al menos, la esperanza por colarse en el ‘play-off’ por el ascenso. Es cierto que era, es y sigue siendo, un objetivo difícil por mucho que uno hubiera ganado. Pero a nadie se le escapaba que sumar hoy los tres puntos iba a ser un chute de optimismo. La sombra de ese gol de Galán que catapultó a los altoaragoneses a Primera y frenó en seco a los zaragozanos siempre estará en el recuerdo. Y con seis jornadas para finalizar la jornada regular, ganar era el objetivo, perder un desastre y empatar quedarte en tierra de nadie.
Tras quince minutos de tanteo, el Zaragoza fue el primero en avisar, en poner a prueba a Andrés. Y lo hizo en varias ocasiones. Respondió el Huesca y el partido dejó de tener gobierno para almacenar emoción. Un puro derbi en el que los de JIM pusieron un punto más de presión y pisó más el área rival. Y ya se sabe que el fútbol está curtido por los tópicos así que en este se cumplió a rajatabla. Contra las ocasiones de uno, gol del otro. En una falta, desde el lateral derecho de Cristian, Seoane recibió el balón, armó con éxito su pierna derecha y mandó el balón directo dentro de la portería del Zaragoza.
Poco se saboreó el gol. En una falta con la defensa del Huesca en su mundo, el Zaragoza sacó petróleo. Saque rápido y Azón embocó a la carrera. Las tablas hacían justicia a lo visto para desespero de una grada que sufría, se alegraba con el gol de Seoane y se congelaba con el de Azón. El Zaragoza había traccionado hasta entonces sin premio. Buscando a Florián y las espaldas de la defensa altoaragonesa para hacer daño.
Que Xisco iba a cambiar cosas para el segundo acto era meridiano. Su centro del campo no carburó, porque la media del Zaragoza se la comía. Pronto calentaron Mikel Rico y Lago Junior y entraron para el segundo acto como el Zaragoza que metió sobre el prado a Álvaro y Francho.
El Huesca equilibró las sensaciones. Entró con más fuerza, a pisar el área, a jugar y el Zaragoza se atrincheró. Azón pidió el campo por una lesión muscular. Notó un pinchazo en la pierna izquierda y se fue al banquillo por Nano Mesa.
Tras el empuje del Huesca tocó refrescar el equipo con la entrada de Valentín por Joaquín y de Poveda por Escriche. Y luego, la polémica con una mano en el área del Zaragoza que el VAR no la consideró así. Alguna vez habrá que unificar el criterio.
Mejor asentado el Huesca que el Zaragoza en el segundo acto, con más potencia en sus piernas cercó al equipo de JIM que, con el cambio de Eugeni -poco querido en El Alcoraz- por Puche dejó la sensación de que el empate no le desagradaba.
Como era de esperar conforme avanzó el final del partido, la pizarra saltó por los aires conscientes de que el empate sirve de nada para ambos onces. Xisco metió a Ferreiro consciente de la necesidad, pero sin encontrar el carril adecuado para desequilibrar mientras el Zaragoza se resignó a un zarpazo de oro.
El partido murió con un cabezazo de Ignasi Miquel que repelió el larguero. Valentín le puso un balón cinco estrellas, pero no tuvo el final esperado.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés; Florian, Insua, Ignasi Miquel, Ratiu (Ferreiro 81’); Timor (Mikel Rico 45’), Mosquera; Joaquín (Valentín 62’), Seoane, Marc Mateu (Lago Junor 45’); Escriche (Poveda 62’).
Real Zaragoza: Cristian; Chavarría, Jair, Francés, Gámez; Eugeni (Puche 74’), Zapater; Sabían Merino (Álvaro Jiménez 45’), Vada (Francho 45’), Bermejo; Iván Azón (Nano Mesa 58’, Nieto 79’).
Goles: 1-0 min. 30 Seoane. 1-1 min. 37 Iván Azón.
Árbitro: Jon Ander González. Amarilla Chavarría 23’, Vada 41’, Bermejo 67’, Insua 76’, Zapater 89’.
Incidencias: 8.143 espectadores en las gradas de El Alcoraz.
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