ZARAGOZA | Casademont Zaragoza vence a Valencia Basket 86-75 para conseguir la novena victoria de la temporada. Casademont Zaragoza no empezaba con buen pie, Howard Sant-Roos salía lesionado en la primera acción y se retiraba a vestuarios. Pese a todo, los chicos de Fisac salieron con todo de inicio. Los maños tenían claro que había que elaborar un juego rápido, fluido, que desgastase a un Valencia mermado por su trayectoría europea. La “masterclass” de Jovic estaba servida. El base serbio se adueñó del ritmo de inmediato. Pese a varios despistes defensivos, un gran nivel de acierto hacía que los rojillos se posicionasen continuamente por encima de Valencia Basket. Un gran Santi Yusta desde el triple colapsó la defensa taronja con dos triples liberados. Wright fue un gran arma ofensiva para los maños, desequilibrando con su penetración y generando desventajas a sus rivales.
El equipo fluía, a mitad de cuarto el electrónico se posicionaba 11-9, con el rebote y el triple al contraataque como armas principales. Al Valencia Basket sin Chris Jones le costaba generar en ataque. Hermansson, pese a estar en buena forma, no era capaz de enhebrar la defensa maña, al igual que con Shannon Evans. Casademont dominaba la pintura de la mano de Aday Mara, Hlinason y Mekowulu. Con un gran 9/12 en T2 y un 2/3 en T3, Casademont mandaba en el primer cuarto 24-22.
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Los rojillos continuaban con un juego rápido y con dominancia bajo los tableros. El segundo cuarto amanecía descontrolado. Ambos equipos jugando un correcalles con fallos continuos desde el perímetro. La entrada de Jones en el parrido fue clave para que Valencia no se descolgase. Con un 30-31 en el marcador, Casademont conseguía una buena renta para ponerse 36 a 31 a falta de tres minutos gracias a un dos más uno de Mekowulu. El nigeriano y Hlinason estaban siendo diferenciales, intimidando en defensa y dominando en ataque. Pese al gran nivel, Valencia consiguió dos buenas acciones que les colocaba 38-36 al descanso, la última, un triple de Arostegui desde medio campo.
Valencia Basket era duro de roer. Su acierto exterior no les despegaba del marcador. Mekowulu siguió a lo suyo con dos canastas consecutivas de inicio. La respuesta rápida de Claver y un tiro libre de Hlinason ponían 43 a 42 el electrónico. El plan de los de Mumbrú para esta segunda parte era sacar a los interiores maños de su zona de confort, plan elaborado y ejecutado a la perfección por Dubljevic. Dos triples consecutivos del capitán taronja suponían un punto de inflexión en el encuentro, puesto que Valencia parecía dominar el partido, pero nada más lejos de la realidad. El nivel fisico de los de Fisac se imponía al talento valenciano. Acciones consecutivas de Meko y Mara devolvían el marcador a su sitio: 53-50.
El final de cuarto fue controvertido. El técnico maño recibía una técnica que enfurecía a la grada. Sin embargo, James Webb la recibía segundos después por aplaudir al cuadro arbitral. Una técnica que suponía su quinta falta y un encontronanzo con su técnico, Mumbrú. El marcador se marchaba 58-55 al último cuarto.
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Casademont quería la victoria. Los rojillos estaban en plena ascensión moral y deportiva. Un robo de Ponitka en primera línea con un gran mate y una canasta de Meko en segunda oportunidad, obligaba a Mumbrú a pedir un tiempo muerto con un 62-57 en el marcador.
El encuentro se descontrolaba. Jones empezaba a entrar en combustión con un triple, pero un inspirado Mekowulu se levantaba desde el triple con acierto para poner el 67-62. La grada enloquecía. Mekowulu lo volvía a hacer desde el 6’75 pero esta vez, para poner la máxima en el encuentro: 72-65 a falta de 5:10 para el final. Sin embargo, esto era el principio del mejor momento de Casademont Zaragoza. Jessup se apuntaba a la fiesta desde el triple para levantar a la grada. Hlinason no se quería quedar atrás con un 2+1 clave. Claver interrumpía con un triple la racha maña, pero el poder rojillo no iba a cesar. Un rebote ofensivo de Mekowulu con canasta colocaba el 79-68 a falta de tres minutos para el final. La fiesta de la marea roja era insuperable.
Chris Jones quería aguar la fiesta rojilla con un triple, pero Ponitka tenía otros planes. El polaco desde la esquina colocaba el electrónico 82-71. A falta de un minuto, apenas se había movido al 84-73. Casademont lo tenía cerca. Esfuerzos defensivos aguantaban el tirón. Una canasta de Ponitka sentenciaba el partido y Casademont conseguía la novena victoria de la temporada.
