La Copa del Rey no solo ha servido para seguir reforzando el rendimiento del Real Zaragoza, la motivación del equipo o la unión entre equipo y afición. La Copa del Rey ha servido, sobre todo, para darnos cuenta de que este Real Zaragoza tiene recursos de todo tipo. Rinde independientemente de su sistema, es solvente en las diferentes situaciones de partido y tiene jugadores de suficiente calidad como para, incluso, poder elaborar un once inicial alternativo de garantías.
La ambición de Idiakez ha quedado demostrada con creces. Ya había advertido en varias ocasiones que su idea de juego no iba a cambiar. Vimos, en Liga, que era cierto. Pero la Copa es para muchos entrenadores otra historia. Idiakez dejo claro que su idea siempre va a ser la de salir a ganar, a dominar y a generar. Y eso es capaz de hacerlo aunque se cambien 8 de las 11 piezas titulares del equipo.
Ros, Igbekeme y Pombo fueron titulares en Copa, lo que sorprendió especialmente por los minutos de fútbol que llevan acumulados en sus piernas en este inicio de Liga. Idiakez asegura que están tan en forma que pueden jugar sin problemas 3 partidos en 8 días. A juzgar por lo visto en el terreno de juego, el míster no miente.
En la defensa se cambiaron por completo todas las piezas con Delmás y Nieto en los lateral y Muñoz junto con Perone en el centro de la defensa. Ros ejerció como pivote con Igbekeme y Buff por delante. Los flancos fueron para Aguirre y Papu; mientras que Pombo ocupaba la punta de ataque.
Tampoco mentía Idiakez cuando dijo que los sistemas los hacen los jugadores. En menos de un mes, el Zaragoza ha pasado por tres sistemas: el rombo de las primeras jornadas, el 4-3-3 cuando Vázquez, Gual y Pombo juegan juntos y ahora, en Copa, un sistema más cercano al 4-1-4-1 con Ros como pivote. Ante el Deportivo, la movilidad de los jugadores de la zona de arriba permitía que las posiciones de Aguirre y Papu se igualaran prácticamente con la de Pombo, formando una linea de tres atacantes que, en las jugadas ofensivas, transformaba este sistema en uno más cercano al 4-3-3 ya habitual de la Liga.
Con las piezas estrella del centro del campo zaragocista sobre el terreno de juego y Aguirre y Papu involucrándose en ataque junto a Pombo, el equipo tuvo llegada, posesión del balón y gol. Buff, Papu y Aguirre orbitaban alrededor de Pombo suministrando balones pero también atreviéndose a atacar. Así, Papu consiguió el 1 a 0 y se dispuso de más ocasiones para haber conseguido una mayor ventaja. El propio Pombo hacía el 2 a 0 ya en la segunda parte.
Cartabia era el jugador del Deportivo que más peligro creaba. Sus subidas por banda pusieron en apuros a Nieto en más de una ocasión. Fue él quien consiguió el 2 a 1 y el jugador deportivista siguió gozando de más ocasiones hasta la recta final del partido. A partir de ahí, el Zaragoza sufrió más de la cuenta pero cuando la inercia es propicia, de todo se pueden sacar conclusiones positivas. En este caso, la lectura debe ser que el Real Zaragoza sabe sufrir y adaptarse a los entornos menos favorables para acabar de igual manera que cuando todo va rodado: ganando los partidos. Es un equipo solidario que sabe apoyarse en las virtudes de todas sus piezas para sacar el mejor rendimiento a nivel grupal.
En la segunda parte, Idiakez siguió siendo ambicioso dando entrada a Álvaro Vázquez y Soro. Biel también contó con minutos. Como no todo puede ser positivo, esta vez Vázquez y Soro no encontraron buenas asociaciones. Probablemente, el cansancio del motor del centro del campo se notó y el Zaragoza no fue capaz de presionar ni de adelantar sus lineas para jugar en campo rival. En la parte negativa también llama la atención que Soro no fuera titular o que Idiakez ni siquiera diera la oportunidad de sentarse en el banquillo a Raí. Las preferencias del entrenador van quedando claras.
Más allá de todo ello, esta Copa nos ha servido para ver que el Zaragoza tiene posibilidades tácticas con sus diferentes variantes y sistemas. Y además, el equipo también tiene nombres en el banquillo. Aguirre se ha reivindicado como una alternativa por banda, Papu es un recurso para aportar calidad en la segunda línea o Buff ha vuelto a demostrar que sus asistencias y visión de juego son un factor diferencial en la categoría.
Para eso ha servido esta Copa. Más allá de la satisfacción del resultado, los zaragocistas han demostrado sus recursos y han sido capaces de enfrentarse a nuevas situaciones saliendo airosos de ellas. Se ha sufrido, si. Y esta vez no será la última. La Copa ha supuesto un aprendizaje para el futuro y será clave para una larga, competitiva y sufrida temporada.