Ian Moya es, en este momento, la única baja que tiene José Francisco Nolasco para el partido del sábado contra el Sinfin. El extremo izquierdo del Bada Huesca sufre un esguince en su tobillo derecho. Se lo produjo en la segunda parte del encuentro contra Cisne. Notó un mal apoyo, en caliente aguantó, pero tras el partido, cuando se enfrió, el esguince era evidente. Le tocará reposo y es duda para la siguiente cita: León. El ilicitano lleva dos semanas de cruz con sus pies. En la anterior sufrió un encontronazo durante un entrenamiento con Montoya y salió mal parado. Se le enganchó el pie izquierdo y se quedó dos días sin entrenar.
El ilicitano es uno de los jugadores más jóvenes del equipo. Llegó con 19 años directo desde Primera Nacional. Sin transitar por División de Honor B recaló en un equipo ASOBAL. El cambio fue brusco. Esa primera temporada le sirvió para recabar datos, para aprender conceptos de forma acelerada. Es otro de esos jugadores con una enorme proyección, de los que llegan para que Nolasco les dé forma. Tiene claro que el arranque de esta temporada está “siendo un poco loco”. Reconoce que le gustaría que todo estuviera un poco “más controlado en una liga muy vistosa”. Avisa que los recién ascendidos dan mucha guerra en un claro ejemplo de que no se atisba ningún partido sencillo.
El papel de Adrià y Dijà
Su presencia esta temporada en el 40×20 ha ido a más. La pena es que ahora se le trunca por el esguince. Sobre el 40×20 tiene palabras de agradecimiento para su par en el puesto. Hay palabras de elogio a Adrià Pérez por lo que le ayuda dentro y fuera de la pista. “Desde el minuto uno ha estado pendiente y me ayuda muchísimo”. Otros tantos elogios los dirige a Dijà. “Su llegada ha sido una grata sorpresa”, dice del central brasileño. “Es un jugador que ayuda mucho al equipo y es un pilar fundamental”, apostilla.