El Real Zaragoza anunciaba el fichaje de Gerard Piqué. El jugador catalán, formado en la cantera del FC Barcelona y fichado posteriormente por el Manchester United, se convertía en la quinta incorporación del club maño para la temporada 2006/2007, tras los fichajes de Andrés D’Alessandro, Juanfran, Sergio y Pablo Aimar. El defensa central español, que acababa de ganar el Campeonato de Europa Sub-19 con la selección española, llegaba en calidad de cedido sin opción de compra para reforzar la defensa blanquilla, tras la marcha del brasileño Álvaro a la UD Levante. Miguel Pardeza, exjugador y exdirector deportivo del Real Zaragoza, declaraba que Piqué era la mejor opción por sus condiciones físicas y técnicas, sumado a su juventud y sed de victorias.
Gerard Piqué llegaba al Real Zaragoza tras disputar siete partidos en la temporada 2005/2006 con el primer equipo del Manchester United, siendo uno de los jugadores preferidos por Alex Ferguson. En un principio, la intención del ex entrenador escocés era que el central catalán se quedara en Inglaterra, ya que tenía ofertas de clubes como el Charlton Athletic Football Club y el Aston Villa. A pesar de ello, el defensa siempre tuvo clara su intención de recalar en el conjunto maño, al considerarlo como la mejor opción tanto personalmente como deportivamente por estar cerca de su casa. Además, su máximo sueño era jugar en la Liga Española. Piqué llegaba para completar el eje de la zaga del equipo dirigido por Víctor Fernández y competir con Gaby Milito y Sergio Fernández.
Durante su etapa en el conjunto blanquillo, Piqué participó en 22 partidos, 18 de ellos como titular formando pareja con el argentino Gabriel Milito. Además, el defensa catalán actuó cuatro partidos como pivote por delante de la zaga. Ningún aficionado del Real Zaragoza por aquel entonces podía imaginar que el espigado zaguero de apenas 19 años terminaría convirtiéndose en uno de los mejores centrales del mundo hoy en día. Una temporada de enorme aprendizaje para el actual futbolista del FC Barcelona, que se compenetró a la perfección con Milito, al que años más tarde acompañaría en el centro de la defensa en el conjunto azulgrana. De esta forma, el equipo maño fue el inicio de una carrera deportiva exitosa, con un palmarés envidiable con 36 títulos, entre ellos cuatro Champions League, un Mundial y una Eurocopa.
Tras aquella temporada en el Real Zaragoza, Piqué emprendió de nuevo camino a Manchester para incorporarse al primer equipo con una gran confianza en sus capacidades. Sin embargo, el central catalán no logró convencer a Alex Ferguson, ya que solo participó en 13 partidos oficiales. Una situación que aprovechó el FC Barcelona para repescarlo en el verano de 2008, a cambio de cinco millones de euros. Un conjunto azulgrana donde se ha consolidado como uno de los mejores centrales del mundo, especialmente durante la etapa de Pep Guardiola. Más allá de sus éxitos en el mundo futbolístico, Piqué también ha demostrado una gran visión empresarial y una habilidad especial en las mesas de póker.
Afición por el póker
El póker, que es reconocido como deporte mental por la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA por sus siglas en inglés), es una de las aficiones de moda entre los futbolistas. Unos jugadores que también han apostado por los casinos online, encabezados por las slots online, como forma de entretenimiento en los últimos años. Gerard Piqué es uno de los futbolistas que más se ha dejado ver en las mesas de póker, ya que siempre ha reconocido su afición por el popular juego de cartas. El central catalán es un jugador habitual del EPT que se celebra en el Casino de Barcelona. En la edición de 2019, Piqué y su compañero de equipo Arturo Vidal participaron en el 25k High Roller, torneo en el que el defensa azulgrana estuvo a punto de alzarse con la victoria. Piqué quedó segundo y consiguió un premio de 352.950 euros.
La segunda posición de Piqué en el ETP le consagró como un jugador de póker en vivo, con unas ganancias que superan los 600.000 euros, según los datos de The Hendon Mob. La aventura del central catalán en el mundo de los naipes comenzó en el año 2011, cuando se le vio por primera vez en uno de los torneos paralelos celebrados en el Casino de Barcelona. Un torneo en el que acabó tercero y consiguió su primera caja en vivo, con un premio de 40.950€. Posteriormente, el defensa azulgrana cuadró su apretada agenda futbolística en 2013 para participar en el Main Event de las World Series of Poker (WSOP), el torneo de póker más importante del año que se celebra en Las Vegas, aunque tuvo una discreta participación.
Piqué volvió a repetir participación en el Main Event de las WSOP en la edición de 2014, aunque tuvo la misma suerte. A pesar de ello, el catalán siempre ha dejado un buen sabor de boca en el EPT Barcelona, festival en el que siempre ha pasado por caja y obtenido buenos resultados a lo largo de los últimos años. Sin ir más lejos, en la edición de 2013 ganó 21.150 euros en el High Roller de 10.300€ de entrada. Además, en ese torneo se enfrentó a Adrián Mateos y Sergio Aído, dos de los mejores jugadores nacionales de la historia, y también eliminó a Jonathan Duhamel, ganador del Main Event de las World Series of Poker 2010.
El central del FC Barcelona siempre ha considerado que el póker es un deporte. Piqué se siente atraído por la adrenalina de jugar contra los mejores jugadores del juego de cartas, aunque también por la combinación de las cartas con las matemáticas y estadísticas. De hecho, el futbolista catalán reconoce que en el póker se puede jugar contra los mejores del mundo siendo un jugador novato, algo que no se puede alcanzar en el mundo del fútbol, ya que los jugadores novatos que no saben de fútbol no tendrán nunca la oportunidad de jugar con Lionel Messi o Cristiano Ronaldo. Al fin y al cabo, todos los aficionados al póker tienen el ejemplo de Piqué, que se ha situado entre los españoles con mayores ganancias en vivo en la historia, con un total de 668.155 dólares.